Śrīmad-Bhāgavatam
Canto 10 - La Verdad Suprema

<< 25 - El Señor Kṛṣṇa levanta la Colina de Govardhana >>
    Indice        Transliteración        Devanagari        Descripción    
Este capítulo describe cómo el Señor Indra se sintió dominado por la ira cuando los residentes de Vraja cancelaron su sacrificio, cómo trató de castigarlos enviando una lluvia devastadora a Vṛndāvana y cómo el Señor Śrī Kṛṣṇa protegió a Gokula levantando la colina de Govardhana y usándola durante siete días como paraguas para protegerlos de la lluvia.
Indra, enfadado por la interrupción del sacrificio que se le había asignado y creyéndose falsamente el controlador supremo, dijo: «La gente suele abandonar la búsqueda del conocimiento trascendental —el medio para la autorrealización— e imagina que puede cruzar el océano de la existencia material mediante sacrificios fruitivos mundanos. De la misma manera, estos vaqueros se embriagaron de orgullo y me ofendieron al refugiarse en un ordinario niño ignorante: Krishna».
Para eliminar este supuesto orgullo de los residentes de Vraja, Indra envió las nubes conocidas como Sāṁvartaka, cuya función es facilitar la destrucción del mundo. Las envió para hostigar a los Vrajavāsīs con lluvias torrenciales y granizo. La comunidad de vaqueros se sintió muy perturbada por esto y acudió a Kṛṣṇa en busca de refugio. Al comprender que este problema era obra de Indra, Kṛṣṇa decidió destruir en pedazos el falso prestigio de Indra, así que levantó la colina de Govardhana con una mano. Entonces invitó a toda la comunidad de vaqueros a refugiarse en el espacio seco debajo de la montaña. Durante siete días consecutivos sostuvo la colina, hasta que Indra finalmente comprendió el poder místico de Kṛṣṇa y ordenó a las nubes que se retiraran.
Cuando los vaqueros de la aldea emergieron de debajo de la montaña, Krishna puso la colina Govardhana nuevamente en su mismo lugar. Los vaqueros estaban en éxtasis, mostrando síntomas de amor tales como lágrimas fluyendo y el vello corporal erizado. Abrazaron a Krishna y Le ofrecieron bendiciones de acuerdo con sus respectivas posiciones, mientras que los semidioses en el cielo hicieron llover flores y cantaron alabanzas al Señor.
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