Vraja-līlā
<< Apéndice 1 - Cartas a Indradyumna Mahārāja después de la partida de Vraja Līlā >>

Su Santidad Girirāja Svāmī

El nombre de Vraja Līlā es muy apropiado, cuando supo que iba a morir sólo quiso absorberse en los pasatiempos de Kṛṣṇa en Vṛndāvana y oró por servicio. Śrī Vṛndāvana es el mejor lugar del universo porque allí se manifiestan los eternos pasatiempos de Kṛṣṇa. Aunque no podamos ver Sus pasatiempos podemos sentir la presencia de Kṛṣṇa y Sus devotos, y orar por su misericordia. Cada partícula de polvo, cada árbol, cada criatura, el río Yamunā, la colina de Govardhana y todos los lugares de los pasatiempos de Kṛṣṇa, están llenos del amor por Kṛṣṇa y pueden conceder amor por Él.

En Vṛndāvana no hay envidia, puesto que Vraja Līlā no tenía ningún deseo por gratificar sus sentidos, no tenía envidia, era amable con todos. Sin envidia ni malicia estaba pronta para oír de cualquier devoto sincero que pudiera ayudarla a recordar a Kṛṣṇa.

Aunque Vraja Līlā tenía toda la facilidad para avanzar en la Conciencia de Kṛṣṇa y trataba de aprovechar completamente la asociación y misericordia de los devotos, no pudo sentirse completamente satisfecha hasta que viniste. Y cuando se enteró de que posiblemente no vendrías lloró durante horas. Su último deseo fue verte, oír el nombre de Kṛṣṇa procedente de ti y abandonar su cuerpo en tu auspiciosa presencia.

Finalmente viniste y cumpliste sus deseos, entonces ella se fué.

Oro para volverme puro y sencillo como Vraja Līlā, oro para no ofender tal y como ella no ofendía, oro para ser abierto con todos los devotos sinceros como lo era ella, oro por recordar y apreciar a su maestro espiritual tal como lo hacía ella, y oro para que pueda complacerla con mi servicio.

Cuando predicamos podemos recordar a Vraja Līlā, toda alma es potencialmente como ella. Predicamos a cientos de personas con la esperanza de que una pueda ser como ella. El comienzo puede ser un programa en una casa, en un salón, en harinama, con un libro, o un poco de prasada, pero la conclusión será la misma. Incluso por contestar las preguntas más básicas se ayuda a un alma sincera para que llegue al mismo destino final, de modo que al predicar podemos pensar en ella.

Cuando un Vaiṣṇava parte nos sentimos felices y tristes simultáneamente como dijo Śrīla Prabhupāda, nos sentimos felices porque el devoto se fue y estará con Kṛṣṇa y tristes porque perdemos la asociación del devoto.

Creo que cuanto más nos acerquemos a la verdadera perfección en la Conciencia de Kṛṣṇa nos daremos cuenta que Vraja Līlā está siempre con nosotros como una muy querida discípula, amiga y bienqueriente, y así, el dolor de la separación se transformará en la felicidad de la asociación.

Mānasī Gaṇgā dāsī

La semana pasada ha sido intensa y al mismo tiempo extática, luego que usted nos diera a Vaiṣṇavī dāsī y a mí la orden de abandonar todas las demás ocupaciones y tan solo ayudar a Gāndharvikā Giridhārī dāsī a cuidar de Vraja Līlā, ambas estuvimos allí la mayor parte del tiempo, tomé la responsabilidad de permanecer despierta toda la noche en caso de que el estado de Vraja Līlā empeorara o ella necesitara algo, solía venir a casa para dormir unas pocas horas durante el día y luego volvía para ayudar.

Ella sentía mucho dolor en ese entonces, solíamos darle masajes y abanicarla y hablar con ella, fue muy difícil porque no podíamos entender lo que necesitaba, a pesar de todo era muy amable hasta el final, si quería algo y nosotras se lo conseguíamos estaba muy agradecida. En un determinado momento cuando pensábamos que usted no vendría, Gāndharvikā no quiso que Vraja Līlā me viera. Vraja Līlā sabía que yo había estado hablando con usted y cada vez que me veía quería saber si le había hablado y lo que usted había contestado.

Cuando nos enteramos de que vendría –aunque su estado empeoraba diariamente– todos los devotos comenzaron a orar porque pudiera resistir hasta que usted llegara, tenía un deseo muy fuerte porque una noche tuvo que pasar 12 horas sin el oxígeno, pensamos que no lo lograría y todos estábamos convencidos de que ese fuerte deseo de verlo fue lo que la mantuvo viva esa noche, seguíamos diciéndole que aguantara, que usted iba a llegar.

Fue maravilloso cuando usted entró a la habitación esa mañana, pienso que sabía que usted había venido a llevarla al hogar, realmente pienso que ella luchó por permanecer viva pues tenía un fuerte anhelo de verlo, y cuando usted llegó ella supo que todo estaba bien y que podría irse, así que partió ese mismo día.

Usted estaba escribiendo algo en un costado de su cama, Gāndharvikā y yo estábamos del otro lado, yo la abanicaba y Gāndharvikā le daba un poquito de leche dulce. Entonces observó que Vraja Līlā no podía abrir la boca, sus dientes parecían estar cerrados y comenzó a temblar, esa era una mala señal, le avisamos y usted inmediatamente dejó de hacer lo que estaba haciendo y comenzó el kīrtana.

No sé cuánto duró ese kīrtana, sé que entraban devotos a la habitación, pero no supe quienes eran, Vraja Līlā estaba respirando muy afanosamente y con dificultad. Gāndharvikā y usted estaban arrodillados del otro lado de su cama y yo estaba sentada cerca de Gāndharvikā, alguien me dio una fotografía de Rādhā-Śyāmasundara para que se la mostrara, el tiempo pareció detenerse, fue un pequeño mundo de Su Divina Gracia, Gāndharvikā y yo. Yo contemplaba el rostro de Vraja Līlā todo el tiempo, ella miraba fijamente las imágenes de Rādhā-Śyāmasundara y escuchaba todo el tiempo, mientras usted le decía que cantara en su mente, que escuchara el Santo Nombre y contemplara cuán hermoso es Kṛṣṇa. En un momento creo que su ojo derecho comenzó a fallar, noté que se le nublaba y no pude distinguir separación entre la pupila y el iris de su ojo, pensé que había partido pero su ojo izquierdo estuvo claro hasta el final, parecía estar escuchándolo todo el tiempo, al comienzo parecía asustada, pero hacia el final, cuando supo que iba a dejar definitivamente el cuerpo parecía ya no sentir temor.

Nunca olvidaré esos últimos cinco minutos, era claro que estaba por partir, comenzó a respirar muy profundo, sabíamos que partía. Todos comenzaron a cantar al unísono y sus ojos se pusieron en blanco de modo que coloqué las fotos abajo, puse mis manos sobre sus hombros y comencé a gritarle los Santos Nombres tan fuerte como pude. Noté que usted también cantaba en voz alta, el kīrtana era tumultuoso, entonces pensamos que se había ido, alguien puso tulasī en su boca y en ese momento notamos al mismo tiempo que su cuello se movía. Continuamos cantando muy alto, pero eso sólo tardó unos treinta segundos, tomó su último aliento y creo saber el instante en que se fue, ví sus pupilas completamente dilatadas y supe con certeza que se había ido. Luego vi desmayarse a Gāndharvikā Giridhārī, me las arreglé para agarrarla antes de que cayera al piso, la sostuve fuerte entre mis brazos. Cuando levanté la vista usted estaba arrodillado al lado de la cama llorando.

Es la primera vez que he presenciado una muerte, antes había sido un secreto y una cosa mística y siempre tuve miedo de ella, pero después de presenciar la partida de Vraja Līlā ya no tengo más miedo. Con tal que los devotos estén con alguien que les ayude a recordar a Kṛṣṇa cuando se mueran estoy segura de que estarán a salvo. Siento que usted llevó a Vraja Līlā al hogar, al cielo espiritual.

Vraja Līlā se lamentaba antes de saber que usted vendría, un día me pidió que le trajera todas las cartas que había recibido de usted y se las leí, estaba sorprendida de cuantas cartas tenía porque he recibido un buen número a través de los años y las he conservado, ella estaba muy feliz de escucharlas todas, me dijo que solo había recibido una de usted, pero después de ver su reacción cuando se fue, después de ver cuánto la cuidó, entendí mucho mejor la relación entre el maestro espiritual y el discípulo. Es una relación espiritual, la presencia física y la asociación son importantes, pero insignificantes en comparación con el fuerte vínculo de la asociación espiritual a través del servicio y la meditación. Vi cuánto amor sentía por ella y eso fue lo que me hizo llorar, usted lloraba debido a la separación de una amada hija espiritual y yo lloraba porque nunca me había dado cuenta de lo mucho que le importaban sus discípulos.

Esta es mi descripción y realizaciones de mi muy especial hermana espiritual abandonando el cuerpo, en realidad ahora me estoy lamentando profundamente, porque no creo que podré complacerlo tanto como Vraja Līlā y Gāndharvikā Giridhārī lo complacieron, espero que por tomar la asociación de Gāndharvikā pueda ser capaz de aprender algo de ella.

Kumārī Kānta devī dāsī

Fui afortunada de tener un poquito de asociación con su querida discípula Vraja Līlā devī dāsī en los últimos días de su vida aquí, en Vṛndāvana. Me asombré al ver su valentía y determinación, su claridad de pensamiento y su gran amor por usted. Observé que su apego por usted era muy intenso y su fé en usted y en sus instrucciones tan profunda, que Kṛṣṇa personalmente organizó que viajara miles de millas para estar con ella a la hora de su muerte, ella solo esperó a que usted viniera.

El ser testigo de su amor y fé en el guru y su tremendo amor por su discípula me ha dado gran esperanza e inspiración, estamos viendo a discípulos de gurus de ISKCON volverse puros y abandonar sus cuerpos en completa Conciencia de Kṛṣṇa, estamos presenciando maravillados dulces tratos de cooperación entre los devotos, al ayudarse mutuamente en momentos de gran necesidad y estamos viendo la sinceridad y dedicación de discípulos de Śrīla Prabhupāda tal como Su Santidad, quienes son tan amorosamente responsables en su tarea de liberar a sus discípulos.

Gracias por permitirnos compartir estos preciosos momentos, me siento purificada por su asociación y por la asociación de sus discípulos.

Mahā-māyā devī dāsī

Me ha pedido mis realizaciones al haber presenciado cuando Vraja Līlā devī dāsī dejó el cuerpo. Antes que nada estoy maravillada de la misericordia de Śrīla Prabhupāda de que cualquiera de nosotros pueda conocer Vṛndāvana-dhāma, ni qué decir del conocimiento acerca de que la forma más auspiciosa de abandonar este mundo material es cantando los Santos Nombres en asociación con los vaiṣṇavas en Vṛndāvana, es la gloria de Śrīla Prabhupāda que Vraja Līlā Prabhu abandonara su cuerpo de un modo tan auspicioso, de un modo u otro se me permitió colaborar y cantar los Santos Nombres en su última hora en este mundo material. Comprendí que a pesar de estar usted allí, su maestro espiritual, y todos los demás vaiṣṇavas aún tenía que “volar en su propio avión”, nosotros podíamos alentarla y cantar los Santos Nombres para que los oyera, pero finalmente ella tenía que luchar con el desprendimiento del alma del cuerpo, nosotros solo podíamos hacer lo máximo por ayudarla aunque no podíamos experimentar lo que ella estaba pasando, sin embargo ahora me queda más claro que mi hora y la hora de todos vendrá, desde entonces he estado orando para que se me permita abandonar el cuerpo en Vṛndāvana, rodeada de devotos cantando los Santos Nombres. Vraja Līlā Prabhu fue muy afortunada.

No puedo decir que haya tenido una relación personal con ella, mi rol fue meramente de apoyo, canté en su habitación algunas veces durante la semana en que murió. En el momento en que Vraja Līlā se enteró de que usted vendría a verla a Vṛndāvana se estaba celebrando un kīrtana particularmente dulce conducido por Gāndharvikā devī dāsī, una discípula de Madhu Sevita Prabhu. Luego, el 13 de Octubre pasé por su habitación y decidí ofrecerle mis respetos, ya adentro se me pidió que tocara los karatālas, al principio dije que no podía quedarme mucho tiempo porque tenía que asistir a una reunión. Después pensé que estar en su habitación era más importante y que todos los devotos en la reunión lo comprenderían, lo cual por supuesto hicieron, de modo que tuve el privilegio de presenciar y participar en la experiencia de Vraja Līlā Prabhu abandonando este mundo, me pregunto quién es en verdad esta gran alma tan afortunada como para abandonar el cuerpo de la forma en que lo hizo.

Después que Vraja Līlā Prabhu partiera estuve contemplando a todos nosotros aún atrapados en este mundo material y que no estamos conscientes de cuán temporal es esta vida, ahora que han pasado algunos días estoy de vuelta en mi estado de ánimo habitual y por eso sé que las lecciones que he aprendido no han sido completamente realizadas, no obstante fue una experiencia inolvidable.

También quisiera expresar que me conmovió mucho su amabilidad para con su discípula, de dejar su programa tan atareado de prédica para venir hasta Vṛndāvana para verla, obviamente usted le estaba dando toda su misericordia en sus últimos momentos sin pensar en su propia comodidad.

Y finalmente ya he mencionado como fue que Vraja Līlā Prabhu pudo elegir el momento en que quiso abandonar el cuerpo y esperar por su llegada antes de partir.

Gracias por permitirme compartir mis escasas realizaciones. Hare Kṛṣṇa.

Nārāyaṇī dāsī

Tuve cierta asociación con Vraja Līlā en los últimos meses, estaba sentada en el templo cantando y a veces hablaba con ella, siempre era alegre y cuando le preguntaba cómo se sentía se limitaba a sonreir, encoger sus hombros y decir, “estoy bien” o “no muy bien”. Era muy seria acerca de la vida espiritual para ser una muchacha tan joven.

No la vi por algún tiempo, pero luego la ví en los últimos días de su vida. Siempre era muy consciente de lo que pasaba a su alrededor, unos cuatro días antes de que abandonara el cuerpo entré a su habitación y se encontraba una muchacha māyāvadi vestida de azafrán, estaba haciendo declaraciones ofensivas acerca de la grabación de Śrīla Prabhupāda que se estaba escuchando, Vraja Līlā le pidió inmediatamente que saliera de la habitación, entonces comencé a cantar Hare Kṛṣṇa con el tamboura, Vraja Līlā se calmó y se durmió.

Al día siguiente volví y ví que estaba bebiendo un poco de leche, cosa que no había hecho en mucho tiempo, los devotos estaban felices. De acuerdo al doctor ella debía haber dejado el cuerpo para ese entonces, creo que estaba esperándolo a usted, su Guru Mahārāja, que viniera, por eso bebía leche para mantenerse viva hasta entonces.

La siguiente vez que ví a Vraja Līlā fue en la última hora de su vida, eran las 3:00 p.m. y usted le estaba cantando en el oído derecho, conduciendo un kīrtana con los devotos respondiendo. Era un kīrtana intenso, ni lento ni rápido. Gāndharvikā también le cantaba en el oído izquierdo. Mānasī Gaṇgā sostenía dos fotografías de 8x10” de los rostros de Rādhā-Śyāmasundara y Gāndharvikā sostenía una Govardhana-ṣilā justo frente a la cara de Vraja Līlā. Me dijeron que todos los preparativos como el oxígeno, las inyecciones y los analgésicos fallaban. Vraja Līlā estaba luchando y con gran esfuerzo cantaba siendo alentada por usted. Movía sus brazos, tocaba las fotos y las miraba. Creo que estuvo cantando prácticamente hasta el último minuto de su vida, muchos devotos estaban llorando, yo también lloraba porque pensé que ella era muy afortunada, lo tenía a usted instruyéndola y cantándole hasta el último minuto, solo tenía 19 años y aún así había alcanzado la meta de la vida. Y aquí estoy yo, una devota de 24 años y quizás tenga que luchar por otros 20 o 30 años en este mundo, quizás me olvide de Kṛṣṇa, quizás no muera en Vṛndāvana. Oro simplemente por tener la misma misericordia que tuvo Vraja Līlā, morir en Vṛndāvana rodeada de devotos cantando Hare Kṛṣṇa recordándome al Señor.

Pārvatī dāsī

Entré a la habitación de Vraja Līlā la tarde en que murió, tuve una visión panorámica para contemplar su increíble misericordia. Usted estaba arrodillado cantando en el oído derecho de Vraja Līlā, mientras Gāndharvikā le cantaba en el otro. Entre los mantras usted le impartía instrucciones a Vraja, puedo decir con certeza que estuvo lúcida en todo momento de su vivencia hasta el final, sigo pensando en cuán afortunada fue en tener a su maestro espiritual presente ante ella para fortalecer su confianza. Su principal instrucción fue “sigue cantando el Santo Nombre”, su kīrtana fue tan edificante que no recuerdo otra vez en que me sintiera tan hondamente tocada, todos los devotos en la habitación se cautivaron con este sublime canto del Santo Nombre, no había nada más que su canto del harinama y Gāndharvikā Giridhārī sostenía la Govardhana-ṣilā frente al campo de visión de Vraja. Toda la atmósfera de la habitación era edificante y saturada, ayudé a verter agua del Rādhā-kuṇḍa en un algodón para gotearla dentro de la boca de Vraja, luego para empapar su mano y colocarla sobre la cabeza de Vraja. Cuando la respiración de Vraja se volvió en extremo fatigosa su canto nos elevó a todos en la habitación hasta una increíble cumbre trascendental, ese canto se alzó más y más alto y levantó visiblemente a Vraja Līlā fuera de su cuerpo, de pronto su pesada y convulsiva respiración se detuvo y yo tomé el algodoncito empapado en agua del Rādhā-kuṇḍa, y lo exprimí en su boca, también coloqué una hoja de tulasī en su boca. Se cayó y Nandulal puso otra, hubo un último movimiento del dedo índice de Vraja y un intento de respirar dentro de su garganta, entonces Vraja Līlā fue llevada por el mahā-mantra.

Rohiṇīnandana dāsa

Cuando vi por primera vez a Vraja Līlā hace unos días sentí pesar de que una joven de 19 años, prácticamente una niña, estuviera en esa condición. Al cumplir con su pedido de que le leyera tuve un sentimiento de respeto y me sentí sumamente animado por su asociación, cada vez que tenía ratos libres me sentía atraído a visitarla, podía ver a una devota terminando su recorrido de millones de nacimientos y muertes. Puesto que tuvo la inestimable buena fortuna de morir en Vṛndāvana y estar consciente de que la muerte estaba sobre ella, se preparó momento a momento, sabía exactamente lo que quería y lo que necesitaba. Estaba sorprendido por su sencillez y honestidad, por su valentía al dominar su temor, fue maravillosa la forma en que abandonó el cuerpo, en plena Conciencia de Kṛṣṇa. Usted le daba confianza, la instruía y le cantaba Hare Kṛṣṇa. No olvidaré como lo miró por última vez unos instantes antes de morir, como diciendo: “¿lo estoy haciendo bien?” ¡Ciertamente que aprobó el examen más difícil, el de la muerte, y de una forma excelente!

Durante estos sucesos mi pensamiento recurrente ha sido cuán similares son el nacimiento y la muerte, por supuesto, tengo un cuerpo masculino y no recuerdo mis nacimientos y muertes previas, aún así he observado ciertas semejanzas como el dolor, el temor, la alegría, la atmósfera de expectación, la sensación de pérdida y ganancia. También el esfuerzo, el trabajo duro, la impresión de estar atrapado, de querer que acabe de una vez, de “perderlo” y luego volver a enfocar nuestras energías y voluntad en el asunto en cuestión –en el parto de nuestro bebé o de nuestra alma o del ser. Y cuando llega el terrible momento del nacimiento o la muerte, la forma en que todo el presente se arremolina alrededor, y quizás y por encima de todo, aunque el nacimiento y la muerte son normales y comunes, al mismo tiempo son increíbles y extraordinarios.

Ofrezco reiteradas reverencias a Vraja Līlā y a la energía divina del Señor Kṛṣṇa, Māyā-devī, -pues aunque se me ha concedido la vívida experiencia de ver a Vraja Līlā viviendo, agonizando y ya muerta, y a sus huesos carbonizados desintegrándose en las llamas, y aunque sé que lo mismo me sucederá a mí, no me lo puedo imaginar. Mi mente se aparta de esa idea. Como dijo Mahārāja Yudhiṣṭhira, “Tal ilusión es la cosa más maravillosamente extraña del mundo”.

Śyāmasundarī dāsī

Gāndharvikā me dijo que usted estaba reuniendo realizaciones de los devotos que estuvieron allí, cuando Vraja Līlā abandonó su cuerpo, de modo que pensé que debía escribir algo. Su muerte dejó una fuerte impresión en mi corazón.

Conocí muy poco a Vraja Līlā. Debido a la barrera del idioma, nunca hubo demasiado intercambio verbal, mas aprecié mucho sus cualidades de dulzura y timidez. A veces venía a mi casa con nuestra amiga Govinda dāsī, en cuya casa estaba viviendo Vraja Līlā. Nos sentábamos juntas en el salón del templo y mientras Govinda dāsī y yo hablábamos, ella observaba silenciosamente mis Deidades de Gaura-Nitāi, la pintura de Rādhā y Kṛṣṇa por encima de Sus cabezas y la deidad de Prabhupāda.

El día en que me enteré de que estaba realmente enferma fui a visitarla, pude ver que se estaba preparando para la muerte y que anhelaba mucho la asociación consciente de Kṛṣṇa y la misericordia de los devotos.

Debido a su dulce actitud hacia los demás y porque tenía un aspecto tan desamparado, muchos devotos se sentían inclinados a hacer algo por ella, yo hice un pequeño servicio para ella, no mucho. Estaba siendo servida por devotos buenos y cualificados, que la estaban ayudando material y espiritualmente. Lo mejor que pude hacer por Vraja Līlā, fue orar a Kṛṣṇa para que ella pudiera satisfacer todos sus deseos y que Vraja Līlā fuera bendecida con la presencia de su Guru Mahārāja mientras abandonaba el cuerpo.

Día a día su dolor aumentaba y ella estaba abrumada por eso, a pesar de todos los esfuerzos de Gāndharvikā y demás devotas por aliviar su sufrimiento y ayudarla a recordar a Kṛṣṇa. Sin embargo, algo faltaba, y solo cuando usted llegó, sentí que ahora ella podría partir, ahora podía alcanzar su meta deseada.

Estuve allí cuando abandonó el cuerpo y fue una experiencia inolvidable. Lo que más me conmovió fue el poder de la misericordia del guru, el poder del Santo Nombre y el poder de las plegarias de los devotos. Pude ver con mis propios ojos esa relación íntima, entrañable, la cual siempre anhelo tener con mi Guru Mahārāja. Ya no había designación física: solo alma y alma, y el único vínculo era el amor. Pude apreciar cómo el guru es el mejor sirviente del discípulo, y cómo él nos ama, mucho más de lo que podamos imaginar. Y también cómo el discípulo, cuando se rinde verdaderamente a los pies de loto de su guru, ata a su maestro espiritual con su poderoso amor. Ser testigo de ello me dio mucha esperanza y fé, y aumentó mi deseo de enfocar mi vida en el servicio a mi Guru Mahārāja.

La atmósfera era tan intensa; todos cantaban el Santo Nombre de corazón. Todos empujábamos a Vraja Līlā de vuelta a los pies de loto de Kṛṣṇa. Debido a su fuerte deseo y a la presencia de usted ella pudo cantar el Santo Nombre. Fue en extremo conmovedor para mí el ver sus esfuerzos, los esfuerzos de usted y los esfuerzos de todos los devotos por ayudarla a recordar a Kṛṣṇa. Esta es la esencia de la asociación con los devotos.

La experiencia de asistirla fue intensa, aunque éramos muy felices, ella hizo que hoy la extrañemos porque cada devoto es único. Su asociación era preciada y valiosa.

Quisiera simplemente agradecerle Maharaja y agradecer a Vraja Līlā y a todos los devotos que la ayudaron en esta maravillosa experiencia, me ayudó a apreciar más profundamente este tesoro que Prabhupāda nos diera y me dio una clara visión del significado de la relación guru-discípulo.

Kālindi dāsī

Estuve presente cuando Vraja Līlā dejó este mundo y esta experiencia me ha impactado tanto que me siento impelida a escribirle esta breve carta de aprecio. Anteriormente he sido testigo de devotos abandonando el cuerpo en Vṛndāvana, mas esta vez fue algo extra-especial. Fue tan inspirador, tan animador y conmovedor, que despertaron sentimientos en lo profundo de mí.

Las realizaciones han estado inundando mi corazón y oro porque estas impresiones penetren y permanezcan conmigo durante toda mi vida devocional, por la misericordia de Kṛṣṇa y de Vraja Līlā pude saborear la dulzura de la Conciencia de Kṛṣṇa, experimentar la potencia del Santo Nombre, presenciar y disfrutar las relaciones cariñosas y atentas entre los devotos y comprender más cómo la relación guru-discípulo es profunda, significativa y basada en el amor puro.

Me considero muy afortunada por haberle hecho un pequeño servicio, anteriormente no había tenido una amistad íntima con ella, pero comencé a visitarla regularmente unas dos semanas antes de que muriera. En este tiempo noté que mi afecto por ella crecía día a día, hasta que me dí cuenta que había robado mi corazón. Era agradable y simpática, debido a su pureza y sinceridad.

Después de que se fuera ayudé a bañar su cuerpo en agua del Rādhā-kuṇḍa y luego a vestirla con ropa nueva. Era exquisitamente hermosa y una vez más su pureza me conmovió, coloqué hojas de tulasī en su delicada frente con pasta candana y le hice la marca de tilaka. Alguien más escribió los Santos Nombres en sánscrito en su frente. Estos momentos permanecerán conmigo para siempre.

Me siento muy agradecida con Kṛṣṇa por toda esta misericordia, como se sienten todos los demás devotos que están presentes. Algunos han relatado como sus corazones se han transformado debido a este suceso auspicioso.

La primera vez que fui a ver a Vraja Līlā al Lalita āśrama, ella me hizo preguntas acerca de la oración; qué rezar y cómo orar con intensidad. Aún así, sentí que ella ya conocía las respuestas. Estaba fija en su deseo de saber cómo capturar la presencia de Kṛṣṇa en el corazón y ser capaz de tenerlo constantemente en su mente. Le dije que le rogara a Él que viniera, y tuviera la fé para que Él se manifestara. Cuando le pregunté si estaba consciente de la misericordia de Kṛṣṇa y cuánto Él la cuidaba, ella respondió que lo estaba.

También quería saber cómo trascender el dolor, de modo de tener ese humor de plegaria. Le relaté la historia de la Madre Gaurī, cómo hacia el final, la Madre Jagāttarinī estaba sentada a su lado (con Vidyā del otro lado) y ella repetía sin cesar, “Prabhupāda dijo que si cantas Hare Kṛṣṇa, no sentirás ningún dolor”. Según Jagāttarinī, Gaurī pudo trascender el dolor. Vraja se inspiró y se sintió agradecida, pero yo me sentí muy incompetente para orientarla.

Al día siguiente, le llevé fotos de Rādhā y Kṛṣṇa (aquéllas que sostuvimos delante de ella en los últimos momentos). Cuando se las enseñé, la Madre Vṛndāvana Vilāsinī, que estaba allí, dijo: “¡Mira! ¡Ellos han venido a ti!” Realmente sentí que lo habían hecho. Vraja sonrió con dulzura cuando las colocamos en la pared delante de ella.

Dos días antes de que se fuera le pedí a Vraja Līlā que por favor dijera una plegaria especial en mi nombre cuando se encontrara con Kṛṣṇa, pensó un momento y luego dijo con humildad: “trataré de darle tu plegaria a Śrīla Prabhupāda, espero ver a Śrīla Prabhupāda”. Lo dijo con tanta convicción, que me llené de alegría ante la idea de que Śrīla Prabhupāda fuera a oír mi plegaria, después Gāndharvikā Giridhārī me explicó que Vraja no sentía que estuviera cualificada para reunirse directamente con Kṛṣṇa, pero tenía fé de ir con Śrīla Prabhupāda.

Gracias Mahārāja, y gracias también a sus discípulos que cuidaron bien de Vraja Līlā, cumpliendo sus funciones maravillosamente en este lila trascendental de asistir a un alma especial. Mi fé se ha ahondado considerablemente.

Vaijayantī Mālā dāsī

Fue un honor considerable para mí el servir a Vraja Līlā, desde el principio evocó en mí sentimientos maternales y reciprocó de una manera que me hizo pensar que ese era el humor apropiado de nuestra relación, este humor continuó hasta el final cuando abandonó su cuerpo y expuso la verdadera naturaleza de la relación, ¡era ella quien me estaba dando refugio a mí!, de alguna manera me permitió que la sirviera y yo lo hice en el humor de ayudarla. Cuánto más se deterioraba más ayuda necesitaba y más tiempo le daba, sin embargo, después de su partida, pude apreciar que me había estado ayudando de un modo muy profundo y aún estoy asimilando lo que adquirí de esa experiencia.

Toda vez que íbamos a predicarle (o a hablar o a cantar) se animaba con la ocasión, hablaba con nosotras hasta que enmudecía de agotamiento, luego se acostaba apaciblemente y escuchaba más, a menudo interrumpiendo con una pregunta que indicaba cuán atenta estaba. Cuando disminuyó su facultad de oír se lamentaba constantemente: “¡He sido maldecida, ya no puedo oír acerca de Kṛṣṇa!”

Vraja Līlā, gracias por permitirme servirte, tu naturaleza agradable y tu humildad ganó nuestros corazones y nos enseñó profundamente. Tu memoria lúcida fue utilizada perfectamente, al aprender las plegarias de los ācāryas Gauḍīya vaiṣṇavas que recitabas con anhelo sincero. Como verdadera Vaiṣṇavī, tú respetabas profundamente a todos, nunca perdiste un momento en una conversación sin substancia, nunca temiste a la muerte, tan solo al dolor que te torturaba y hacía doler nuestros corazones. Cuan relajada me sentí cuando fuiste retirada de esta agonía.

Gāndharvikā Giridhārī, gracias por permitirme ayudar aunque tal ayuda fuera insignificante, nunca he visto servir a un Vaiṣṇava como tú serviste a tu querida hermana espiritual, nunca supe que un afecto así existiera entre dos devotos. Siempre he sabido que el amor de madre era el sentimiento más parecido al amor desinteresado, pero considero que tu amor por Vraja era superior. En tu humor de servicio hacia ella trascendiste todas las necesidades corporales normales, despertándote cada media hora, día tras día, nunca sintiéndote perturbada por su incesante flujo de peticiones y jamás terminando una comida sentada. Hiciste lo que se requería: Darle masajes, abanicarla, alimentarla, traducirle, organizarle, predicarle día y noche, minuto a minuto. Has ganado tu ruta al corazón de tu maestro espiritual por tu servicio desinteresado, dedicado e incondicional. Eres tan incondicional en tu servicio que vendiste tu departamento tan solo para servir al guru y a tu hermana espiritual, lo mejor posible. Ruego al guru y a los vaiṣṇavas por una gota de tu devoción.

Gracias Indradyumna Mahārāja por desempeñar una función tan importante a la perfección. Usted temía que abandonar Polonia significara que cientos de almas condicionadas no fueran expuestas a la Conciencia de Kṛṣṇa, pero al venir a Vṛndāvana predicó a un nivel mucho más profundo a cientos de vaiṣṇavas, aunque usted no se dió cuenta de que esto sucedería. Debido a su tierno corazón usted consintió ser un valioso instrumento en las manos de Kṛṣṇa.

Dona al Bhaktivedanta Library