Vraja-līlā
<< 6 La situación más crítica >>

A la mañana siguiente después de la clase del Śrīmad-Bhāgavatam regresé al dharmaśālā donde vivíamos, Vraja Līlā por lo general dormía hasta las 7:00 a.m. debido a su mal estado de salud, cuando entré a nuestra habitación ví que estaba sufriendo mucho. Me dijo que había recibido una fuerte descarga eléctrica de un cable pelado de la habitación y que le dolía el corazón, de inmediato la llevé al Hospital de Sarat, pero los doctores de allí me dijeron que debía llevarla a Mathurā. En el Hospital de Mathurā la tuvieron en observación por varios días mientras atendían su dolor en el pecho. Los médicos se preocuparon más cuando descubrieron que tenía una crisis de leucemia, la llevé de vuelta a nuestro dharmaśālā en Vṛndāvana para que descansara, unos pocos días después consulté de nuevo a los doctores en Mathurā respecto a su crisis de leucemia. Querían hacer quimioterapia pero confidencialmente me dijeron que la quimioterapia le prolongaría la vida solo unos pocos meses más.

Hablé con algunas mujeres experimentadas del templo y todas sugirieron que no le hiciera el tratamiento, entonces hablé con Vraja diciéndole que personalmente sentía que debía regresar al hospital y hacer el tratamiento pues su condición era crítica, a lo que contestó: “la situación más crítica es estar sin la asociación de los devotos del Señor, no veo ningún peligro para mí si muero en Vṛndāvana siendo entrenada por los devotos experimentados para estar fija en el Señor en el momento de la muerte. Necesito este 'curso de entrenamiento', será más útil que cualquier quimioterapia en la cual de todos modos no tengo ninguna confianza”.

Me mostré favorable con su opinión, no obstante y dado que era responsable por ella ante Śrīla Gurudeva, le pedí a nuestra hermana espiritual Mānasī Gaṇgā que mandara un fax a Guru Mahārāja por instrucciones. Al día siguiente llegó su fax de respuesta informando que había hablado con Vraja Līlā acerca de la opción de hacer quimioterapia cuando estuvo en Rusia el año pasado y que ambos habían decidido no proceder en aquel entonces. Śrīla Gurudeva la había animado a intentar todas las curas naturales posibles, más si todo fallaba, la instruyó de que debía dejar su cuerpo en Śrī Vṛndāvana-dhāma. Al escuchar la contestación de Śrīla Gurudeva Vraja Līlā comenzó a prepararse intensamente para el momento de la muerte.

«Me estoy ahogando en el doloroso, insondable remolino del nacimiento y la muerte repetidos. ¡Oh Señor!, ¡oh amigo de los desamparados!, ¡oh efulgente luna de misericordia!, por favor, esta vez, rápidamente extiende Tu mano para salvarme».

[Padyāvali de Śrīla Rūpa Gosvāmī]

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