Vraja-līlā
<< 2 Llegando a Kṛṣṇa >>

Gāndharvikā Giridhārī: Algunos días después que Vraja Līlā recibiera una copia del Bhagavad-gītā y visitara el templo hubo un gran festival de Ratha-yātrā en Moscú, fue al festival movida por la curiosidad y llegó justo antes de que comenzara la procesión. Indradyumna Mahārāja estaba dando una conferencia a una gran multitud que se había aglomerado alrededor del carruaje de Ratha-yātrā, cuando Vraja Līlā se acercó aún más escuchó que el Señor Jagannātha es muy, muy bondadoso con las almas condicionadas y le concede una misericordia especial a quienquiera que Le ora, esto la impresionó mucho y se aproximó al Señor Jagannātha orándole muy sinceramente por una “misericordia especial.

Al día siguiente visitó nuevamente el templo de Moscú y llegó cuando Indradyumna Mahārāja estaba dando una clase del Śrīmad-Bhāgavatam, estaba relatando la historia de Jayānanda Prabhu, el discípulo de Śrīla Prabhupāda que a pesar de haber estado muy enfermo de leucemia había trabajado incansablemente para complacer a su maestro espiritual preparando un gran Ratha-yātrā en Estados Unidos. Escuchó atentamente y se impresionó mucho al enterarse de la determinación espiritual de Jayānanda Prabhu, estando ella misma enferma de leucemia halló inspiración en el servicio devocional de Jayānanda, también se sintió muy inspirada por Indradyumna Mahārāja y más tarde me dijo que había sentido que el Señor Jagannātha había contestado sus plegarias por una “misericordia especial” conduciéndola a los pies de loto de su maestro espiritual eterno, al día siguiente del Ratha-yātrā.

Algunos días después decidió unirse al Movimiento, sólo tenía 16 años en ese momento y se mudó a un templo de Ucrania. Unas pocas semanas después fue a saṅkīrtana con otras ocho mujeres distribuyendo los libros de Śrīla Prabhupāda, le fascinó este servicio pero después de cuatro meses la leucemia la obligó a suspenderlo y regresó a Moscú.

Asta Sakhi dāsī: Un año después de ingresar en ISKCON, mi hermana espiritual Vraja Līlā, se quedó en nuestro templo en San Petersburgo. Todos los devotos apreciaron sus cualidades, incluso en esa etapa inicial de su servicio devocional era muy humilde y siempre estaba tratando de complacer a nuestro maestro espiritual, aunque debido a su enfermedad no podía hacer mucho servicio, cualquiera que fuera el pequeño servicio que obtenía trataba de hacerlo a la perfección, prestando atención a cada detalle.

En una ocasión, cuando Śrīla Gurudeva estaba de visita en nuestro templo remarcó la importancia de la plegaria en la vida del devoto, Vraja Līlā lo tomó muy seriamente y a menudo la veía orándole a las Deidades en el templo pero no rezaba solo para ella misma sino que también rezaba por el bienestar de todos los demás devotos.

Rambhori dāsī: En el verano de 1993 Vraja Līlā se quedó en nuestro templo de Novorossisk.

Vraja Līlā parecía una niña inocente, a pesar de su enfermedad trataba de no causar molestia alguna a los demás devotos, todos tratamos de ayudarla lo mejor que pudimos, pero no quería servicio de nadie, a ella le gustaba servir a los demás.

También le agradaba mucho pintar, en una ocasión pintó un hermoso telón de fondo de Varṣāna para nuestro altar. También hizo una pintura de los Seis Gosvāmīs de Vṛndāvana, lo más interesante acerca de esta pintura era que todos los Gosvāmīs tenían rostro a excepción de Raghunātha dāsa Gosvāmī, cuando le pregunté por qué, me contestó que no comprendía el humor y carácter de Raghunātha dāsa Gosvāmī, cuando más adelante leyó mucho acerca de él en el Caitanya-caritamrta terminó su obra pintando su rostro.

Debido a su enfermedad por las noches a menudo gemía, otras veces ni siquiera dormía y se quedaba levantada toda la noche rezando, cuando estuvo con nosotros hizo pūja a las Deidades del templo y a veces dirigía el maṅgala-ārati haciéndolo de una manera muy suave y hermosa.

Una vez me pidió que le detuviera su saco, en uno de sus bolsillos estaba su diario, en cualquier otra circunstancia no hubiera leído el diario de nadie, pero en aquella oportunidad lo hice. Al leerlo me quedé asombrada, expresaba su insatisfacción en el sentido de que solo le quedaba muy poquito tiempo para abandonar el cuerpo y había hecho muy poquito servicio a Kṛṣṇa. Tuve muchas realizaciones después de leer su diario y pude comprender cuán pura era ella y cuán contaminada era yo.

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