Vraja-līlā
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Su Santidad Tamala Kṛṣṇa Gosvāmī

Hoy comprobé cuánto amor tiene el maestro espiritual por sus discípulos, aunque Indradyumna Svāmī es uno de los predicadores más activos de nuestra sociedad, aún así vino aquí por dos días para estar con Vraja Līlā. En realidad cuando pregunté por Vraja Līlā a Kārtidā hoy por la mañana, la enfermera de Vraja Līlā me contestó que podía durar quizás una semana más. Le dije que ella sabía que su Guru Mahārāja estaría por uno o dos días, de modo que pienso que todo fue un perfecto arreglo de Kṛṣṇa.

¡Cuán afortunada y elevada es esta devota que tuvo a su Guru Mahārāja sentado a su lado en el momento de la muerte, dándole instrucciones y cantando constantemente para ella!, cuando pensamos en esto recordamos la forma en que Haridāsa Ṭhākura falleció, Haridāsa Ṭhākura quería ver los pies de loto de su amado Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu y murió en Su presencia. Lo mismo ha sucedido hoy aquí.

Indradyumna Mahārāja vino aquí para instruirla y cantar para ella, entonces pacíficamente y sin tener que experimentar ningún dolor innecesario o dificultad, falleció en su presencia. Ahora ella puede bendecirnos a todos nosotros, oraba por nuestras bendiciones, aunque pienso que su logro y su destino la ubican en una posición en que seamos nosotros los que oremos por sus bendiciones.

Aunque algunos de nosotros seamos gurus para nuestros discípulos, tal parece que estos discípulos son más afortunados que nosotros, obtienen los nombres adecuados y se van en las situaciones propicias. En realidad muchos de ellos son personalidades elevadas.

Cuando Śrīla Prabhupāda estaba listo para dejar el cuerpo vio que estábamos infelices, por lo que siguió recordándonos que no había nada de que lamentarse. Ya sea que un Vaiṣṇava venga a este mundo o se vaya de él, es lo mismo, debemos entender que esta joven es una gran vaiṣṇavī. Por lo que yo sé y por lo que otros pueden referir, se ganó la simpatía de muchos devotos de Vṛndāvana, los devotos de Vṛndāvana no son ordinarios y para que alguien logre eso debe tener un corazón blando y muy devocional.

Hay otros devotos que hablarán aquí y en algún momento quisiera oír a Indradyumna Mahārāja dirigir un gran kīrtana para poder recordar al Señor Caitanya sosteniendo a Haridāsa Ṭhākura y cantando los Santos Nombres. La situación aquí es muy similar, el Guru Mahārāja de Vraja Līlā es un kīrtaniyā muy maravilloso y debemos tener ese kīrtana que de inmediato edificará nuestros espíritus y nos permitirá comprender que no hay nada lamentable en esta gloriosa ocasión. Nos sentimos afligidos por estar sentados aquí, al menos yo lo estoy, con todos mis anarthas ¡y aquí está una joven que logró una partida perfecta!

Su Santidad Girirāja Svāmī

Conocí a Vraja Līlā cuando vino a visitar a Arcā Vigraha dāsī, pude ver que tenían una dulce relación. Después de que Arcā Vigraha falleciera Vraja Līlā regresó para hacerme algunas preguntas, sus preguntas eran tan elevadas y sinceras que comprendí que era una devota muy especial.

Cuando regresé de Bombay pensaba profundamente en ella y sentí que debía ir a verla de nuevo, justo cuando pensaba así vino Kuntī devī a decirme que Vraja Līlā estaba preguntando por mí, pero yo no podía ir en ese momento, de modo que grabé un mensaje y se lo envié y unas horas más tarde la visité.

Aún tenía una buena conciencia y podía ver, oír y hablar sin demasiada dificultad. Tuvimos un kīrtana y hablé algo de kṛṣṇa-kathā, después me hizo algunas preguntas y finalmente se enfocó al asunto de su inminente partida y me pidió que le diera la misma misericordia que había tenido para con Arcā Vigraha, le pregunté “¿a qué te refieres?”, contestó que quería tener la seguridad de que tendría éxito en el momento de la muerte, le dije algunas cosas y a final expresó “muchas gracias, mi duda ha sido aclarada”.

A la mañana siguiente vino a verme nuevamente Kuntī devī expresando que a pesar de que sentía que todo era auspicioso para Vraja Līlā, había algo que no estaba del todo bien en ella, sentía que Vraja Līlā extrañaba a su Guru Mahārāja, Indradyumna Svāmī, y que debíamos pedirle que viniera. Le sugerí que lo llamara, fue el espíritu interno de Indradyumna Svāmī y la devoción pura de Vraja Līlā lo que lo trajeron aquí.

El propósito de su venida y el propósito por el cual ella quería que viniera se satisfizo en muy poco tiempo, sentí que el acontecimiento era completamente auspicioso, era y es una devota maravillosa. A través de nuestra asociación con ella en estos últimos días, tan breve como puede parecer, nos enseñó muchas cosas. Estamos en deuda con ella y esperamos que generosamente mire sobre nosotros y nos ayude en nuestros intentos de ser conscientes de Kṛṣṇa.

Siento eso porque su Guru Mahārāja es un representante perfecto de Caitanya Mahāprabhu, es sumamente apropiado y glorioso que ella haya fallecido en su presencia, Hare Kṛṣṇa.

Su Santidad Indradyumna Svāmī

Cuando Śrīla Prabhupāda llegó a nuestro templo en París en 1973 y se sentó en el vyāsāsana lo primero que hizo fue agradecernos a todos nosotros, sus discípulos, por todo el servicio que habíamos hecho. En ese momento me sentí muy desconcertado de que mi maestro espiritual estuviera inspirado por mi servicio devocional y me agradeciera por ello.

Ahora, muchos años después, comprendo por qué se sintió así, ya que yo también me estoy sintiendo endeudado con mi discípula Vraja Līlā dāsī, por haberme enseñado tantas cosas el día de hoy, particularmente me ha mostrado cuánto amor puede tener el discípulo por su maestro espiritual, oro por amar a Śrīla Prabhupāda tanto como ella me ama, su amor era tan fuerte que me arrastró miles de kilómetros a través de océanos y desiertos hasta Śrī Vṛndāvana-dhāma para ayudarla a dejar el cuerpo.

Hace unos días estaba sentado en un departamento de una diminuta aldea en el sur de Polonia cuando sonó el teléfono, era mi discípula Mānasī Gaṇgā dāsī. Mi primera reacción fue preguntarme “¿cómo había obtenido este número telefónico?”, no había usado ese departamento desde hace dos años y lo estaba visitando solo por cinco minutos ese día ¡y de pronto tenía una llamada de Mānasī Gaṇgā desde la India!

Mānasī Gaṇgā dijo: “Śrīla Gurudeva, Vraja Līlā está muy, muy enferma y puede morir en cualquier momento, por favor venga a Vṛndāvana para ayudarla”.

Dudé en ir de inmediato porque sabía que Vraja había tenido antes otras crisis de leucemia, unos años atrás había tenido una crisis en Rusia y había salido de ella. No estaba seguro de si realmente iba a dejar el cuerpo en ese momento, estaba aprensivo en dejar Polonia porque estábamos en medio del festival principal de la gira. Estábamos realizando tres festivales a la semana con más de quinientas personas asistiendo en cada ocasión, estaba indeciso entre ir a Vṛndāvana por la posible partida de Vraja Līlā o quedarme y continuar con mi servicio.

Estaba pensando que la única forma de resolver el dilema de ir o no ir a Vṛndāvana, era pedirle a un hermano espiritual que me ayudara. Esa noche mi secretario Nṛsiṁha Kavaca dāsa revisó su contestadora telefónica y captó un mensaje casi imperceptible de Kuntī devī en India, también insistía en que viniera a Vṛndāvana porque Vraja Līlā estaba empeorando y mencionó que también Girirāja Mahārāja opinaba encarecidamente que fuera.

De inmediato le llamé por teléfono a Girirāja Mahārāja en Vṛndāvana y hablé del asunto con él, estuvimos de acuerdo en que debía ir, pero le expliqué que no podía mantenerme alejado de mi servicio por mucho tiempo, estaba en ansiedad porque si iba a Vṛndāvana y Vraja Līlā no partía en los dos o tres días que permanecería allá, me tendría que ir y ella quedaría desolada. Le pregunté “considerando esto ¿es mejor que vaya o que me quede?”

Le pedí que lo hablara con Tamala Kṛṣṇa Mahārāja y que aceptaría la solución que me dieran, al día siguiente me llamó Gāndharvikā Giridhārī con la respuesta: “nadie puede contestar a su pregunta, nadie”.

Esta era su respuesta, pero fueron inteligentes pues me proporcionaron este mensaje a través de Gāndharvikā Giridhārī y Vaiṣṇavī, cuando estas dos discípulas me hablaron por teléfono me suplicaron que viniera, finalmente estuve de acuerdo.

Pero aún estaba en ansiedad por dejar la gira de festivales, de modo que fuí al salón del templo y le oré a Śrīla Prabhupāda: “Śrīla Prabhupāda por favor dame una señal que lo que estoy haciendo es lo apropiado”.

Cuarenta y cinco minutos más tarde, Nṛsiṁha Kavaca dāsa entró corriendo a mi habitación y dijo: “Śrīla Gurudeva, BB Govinda Mahārāja quiere que lo llame urgentemente a Rusia y dejó su número telefónico”. Tomé el teléfono, marqué el número y me sorprendí al comunicarme al primer intento, a veces lleva días poder comunicarme a Rusia. BB Govinda Mahārāja me dijo por teléfono: “Indradyumna Svāmī, debes ir a Vṛndāvana de inmediato. Vraja Līlā está por dejar el cuerpo”, le contesté “Mahārāja, es la misericordia de Śrīla Prabhupāda que me hayas llamado, estoy en camino, muchas gracias”.

A causa de la partida de Vraja Līlā he experimentado cuán profunda puede ser la relación guru-discípulo, tan solo unas horas antes de que muriera estaba haciendo preguntas tan pertinentes, mientras le contestaba realicé que era algo similar al Señor Caitanya preguntandole a Rāmānanda Rāya. El Señor Caitanya conoce las respuestas, las obtiene de Rāmānanda Rāya y disfruta oyéndolo glorificar a Kṛṣṇa. Mientras contestaba las preguntas de Vraja Līlā sentí que ella conocía las respuestas, pero me estaba dando la oportunidad de glorificar a Śrīla Prabhupāda y a Kṛṣṇa.

En el Śrīmad-Bhāgavatam, en el capítulo que describe las glorias de Dhruva Mahārāja, Śrīla Prabhupāda explica que uno de los gurus de Dhruva Mahārāja era su madre, pues fue ella quien lo guió al bosque a encontrar a Dios. Eventualmente Dhruva Mahārāja se volvió completamente consciente de Kṛṣṇa, mientras iba de vuelta a Dios en un aeroplano de Vaikuṇṭha recordó: “¡oh, mi madre Sunīti!, ¿dónde está ella?, no quiero regresar sin ella”. El Señor contestó a sus plegarias y pronto Dhruva vió que también Sunīti iba de vuelta a Dios en un aeroplano de Vaikuṇṭha.

En sus significados a este pasatiempo Śrīla Prabhupāda dice que a veces el discípulo puede realmente liberar al guru, de modo que estoy orando a Vraja Līlā para que por favor continúe derramando su misericordia sobre mí, como mi maravillosa discípula consciente de Kṛṣṇa.

También quisiera expresar mi profundo agradecimiento y aprecio por otra querida discípula mía, Gāndharvikā Giridhārī dāsī, que cuidó de Vraja Līlā por dos años. Yo le confié a Vraja Līlā y ella llevó a cabo este servicio a la perfección, sé que le será muy difícil conllevar la separación de Vraja Līlā, todos nosotros sentiremos la separación, pero creo que esto será especialmente cierto en el caso de Gāndharvikā, Vraja y ella eran como un solo cuerpo.

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