Diario de un predicador viajero
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El último festival de nuestra gira de primavera en Konskie fue el mejor de todos, luego de Lodz teníamos planeado viajar el norte a nuestra base de verano, pero a último momento decidimos hacer una ciudad mas tan sólo a 45 minutos de distancia, aunque cercana está en otra provincia de Polonia y es diferente a cualquier otra ciudad del área, Konskie está situada en la falda de la montaña del sur y a la gente de allí usualmente se les dice montañeses. Simples en sus maneras y firmes en sus tradiciones son la risa de los otros polacos, el primer día salimos a hacer saṅkīrtan para promover nuestro festival y la gente se nos quedaba mirando con incredulidad.

Mientras íbamos cantando por las calles algunas personas cerraban sus puertas y corrían sus cortinas a medida que pasábamos, pero durante nuestra segunda vuelta por la ciudad ya habíamos roto el hielo y la gente comenzaba a sonreír y a aceptar nuestras invitaciones al festival, el sitio del festival fue en un pequeño parque en el centro de la ciudad, estaba seguro que híbamos a tener un gentío y efectivamente para la hora de la apertura ya había miles curioseando, al principio fueron reservados tal como lo haría la gente simple ante un festival exótico con exhibición de parafernalia, carpas y devotos, pero después de un animado bhajan se relajaron y comenzaron a disfrutar.

A unos minutos de iniciado el festival, Vara-nayaka dirigió mi atención hacia el grupo de seguridad que habíamos contratado para el festival, me quedé un poco sorprendido al verlos, en vez de ser los jóvenes de aspecto duro en uniformes negros que solíamos usar eran unos caballeros de unos 40 años vestidos con uniformes azules y corbata, la mayoría tenían las barrigas crecidas y usaban bigotes, le dije a Vara-nayaka: ¿Son estos nuestros hombres de seguridad?

¡Parecen policías sacados de una película de los treintas! Pero su respuesta tuvo sentido.

Fuimos obligados a contratar a un grupo de seguridad de esta área, una de las condiciones en el contrato era que se deberían contratar a estos hombres ya que conocen la mentalidad y el lenguaje local.

Durante los dos días del festival asistieron más de 7,000 personas, aunque los devotos habían realizado muchas austeridades durante la gira de primavera, parecieron olvidarlo todo debido a la relajada y festiva atmósfera de Konskie, tal como Shakespeare escribió: Todo lo que inicia bien, termina bien.

Inmediatamente luego del ataque en Tomaszow me encontraba aprensivo sobre si los devotos quienes muchos son jóvenes y nuevos en la Conciencia de Kṛṣṇa perseverarían, pero así lo hicieron y mirando hacia atrás puedo ver que el factor más importante en su determinación para seguir fue el soporte de la comunidad mundial de devotos, casi todos los días recibimos una carta de aliento o de donación para nuestra seguridad, regularmente anunciamos en nuestra asamblea de devotos cualquier ayuda que haya llegado, me recuerda el llamado por la carta de cuando estaba en el ejército, todos los días nos parábamos ante nuestro líder de pelotón, sosteniendo un montón de cartas él llamaba a los soldados que hubieran recibido una carta, después de escuchar su nombre el soldado gritaría: ¡Señor! ¡Si, Señor! Y corría para recoger la carta, significaba mucho recibir una carta de casa, incluso los ojos de los hombres más duros se llenaban de lágrimas cuando no recibían una, de una manera similar leemos diariamente las cartas que envian los devotos alrededor del mundo a los soldados de la gira del Señor Caitanya en el llamado por la carta los devotos vienen para escuchar con mucha atención algunas veces asintiendo con la cabeza cuando el escritor remarca la importancia de predicar y a menudo dando reverencias cuando son glorificados. Fue esta demostración de apoyo de los devotos alrededor del mundo que mantuvo a estos hombres y mujeres continuar a pesar de la constante amenaza de agresión, le ofrezco mis respetos a todos los vaiṇavas que alientan a estos devotos desde tan lejos, por su misericordia he logrado entender un verso que he estado repitiendo por años simplemente por hábito:

tadera carana sebi bhakta sane bas
janame janame hoy ei abhilas

Este es mi deseo, que nacimiento tras nacimiento pueda vivir con esos devotos que sirven los pies de loto de los seis Gosvāmīs.

[Narottama dāsa Thakur - Nama Samkirtan 7]

Una carta en particular que había llegado el día que dejamos nuestra base nos sorprendió a todos, era del sacerdote en jefe del templo de Śrī Rangam al sur de la India, es descendiente de la familia donde nacieron Gopal Batta Gosvāmī y Prabodhananda Sarasvatī, aunque la carta estaba dirigida a mí, la tomé como si hubiera enviado sus abhay mudras (bendiciones para no tener miedo) a todos los miembros de la gira:

¡Namaskaram!

El sagrado Diario de un Predicador Viajero distribuido por usted es grandioso, hace que todos oremos por el autor siempre que leemos las excitantes experiencias y las enormes dificultades que enfrenta contra los grupos anti-culto ¡que el Señor Kṛṣṇa esté siempre con usted por su determinación!, oro sinceramente a la Divina Pareja de Śrīrangam que le dé la fuerza suficiente, coraje y todo lo que necesite para cumplir con sus ambiciones.

Dasan, Murali Battar.



Mientras nuestros camiones, autobuses y autos comenzaron su viaje hacia la costa del Mar Báltico para la gira de verano, sentí que la fe y la dependencia de los devotos en el Señor se habían hecho más profunda debido a los eventos de la gira de primavera, era evidente en el humor de devoción con el cual cantaban las plegarias a Nsiṁha mientras manejábamos estaban siendo cantandas desde el corazón, con sentimiento, me recordó a la súplica de la reina Kunti hacia el Señor:

vipadaḥ santu tāḥ śaśvat
tatra tatra jagad-guro
bhavato darśanaṁ yat syād
apunar bhava-darśanam

Yo deseo que todas esas calamidades ocurran una y otra vez, de modo que podamos verte una y otra vez, pues verte a Ti significa que ya no veremos más los reiterados nacimientos y muertes.

[Śrīmad Bhāgavatam 1.8.25]

Ya hacia el final del día, mientras nos acercábamos a nuestra base de verano en Swierzno a 30 km de la playa, llamé a Nandinī dāsi y le pregunté sobre los ánimos en Trzebiatow, donde tendríamos nuestro 9º programa anual de verano en dos días.

Nandinī simplemente rió y dijo.

Lo están esperando.

¿Esperándonos? le contesté.

Si dijo, todos saben lo que pasó en Tomaszow, lo sucedido en nuestro festival se diseminó a lo largo de todo el país, parecen ansiosos en recibirnos aquí.

¿Ansiosos por recibirnos?, pensé: Esto probablemente signifique que nos envíen un representante de la municipalidad al festival.

Lo que nunca esperé fue la bienvenida que recibimos de esa amable gente al día siguiente que visitamos su pueblo.

A la mañana siguiente y luego de preparar nuestra base en Swierzno salimos a hacer harinama a Trzebiatow para promocionar nuestro festival, para el asombro de todos los devotos al llegar al pueblo pasamos por debajo de un cartel anaranjado y verde brillantes que hacía mención orgullosamente del Festival de la India, cuando descendimos del autobús en el centro de la ciudad varias ventanas de las oficinas se abrieron y pudimos escuchar los gritos de una dama a sus compañeros de trabajo que aclamaba: ¡Aquí están!

Cuando comenzamos a cantar por las calles los niños empezaron a aparecer de todos lados, corriendo hacia nosotros desde todas las direcciones y gritando: ¡Hare Kṛṣṇa! ¡Hare Kṛṣṇa! Las jóvenes se unieron a las devotas que formaban parte del harinama y rápida y fácilmente lograron los pasos de la danza que estuvieron aprendiendo durante los nueve años de festivales, ¡en un determinado momento las jóvenes comenzaron a bailar de una forma que las devotas habían olvidado hace años! Los jóvenes arrebataron los karatalos de las manos de los brahmacaris y comenzaron a tocar de una forma experta como si se trataran de devotos veteranos.

Vi a uno de los nuevos brahmacaris acercarse a un grupo de jóvenes con una pancarta escrita con el Maha-mantra para alentarlos a que cantaran con nosotros, los chicos tan sólo rieron y sin dar una sola mirada al cartel comenzaron a cantar en voz alta y en unísono el Maha-mantra entero, fue mucha la sorpresa del brahmacari, a medida que avanzábamos por las calles los dueños de las tiendas salían para saludarnos, agitando sus manos y sonriendo gritaban: ¡Bravo, Bravo!

En una calle cada tienda tenía un pequeño grupo de personas alentándonos, de los departamentos de arriba de las tiendas, las ventanas se abrían y se asomaban padres e hijos para sonreírnos, nos detuvimos un momento y una dama nos tiró flores desde su departamento, en una esquina saludé con la cabeza a un anciano que estaba sentado bebiendo cerveza afuera de una cafetería y en agradecimiento se paró inclinandose con respeto. En un momento dado nos desviamos y entramos en un complejo departamental, en medio de cuatro edificios había una pequeña plaza cuadrada donde nos detuvimos y tuvimos un gran kīrtana, los Santos Nombres hacían eco en los edificios creando un ruido tumultuoso.

Pensé para mi que el mismo tal vez fuera demasiado fuerte, pero el efecto hizo que más chicos se nos acercaran, pronto tuvimos 60 niños bailando en círculos sujetándonos las manos y cantando Hare Kṛṣṇa, todos conocían el Maha-mantra, una niña se acercó corriendo y gritó: ¿Dónde está Syamalaki? ¿Dónde está Śrī Rhadika? (Syamalaki y Śrī Radhika son dos devotas que años anteriores habían dirigido a las mujeres en el canto de harinama).

Absorto en esta escena bienaventurada pegué un salto cuando un coro de voces jóvenes detrás de mí gritó: ¡Bienvenido Mahārāja!

Me dí vuelta y observé a un grupo de niños y niñas de 8 años, todos sonrientes, con sus manos detrás de sus espaldas, uno por uno se me acercaron y me entregaron presentes en cajitas viejas atadas con hilos usados, una caja contenía a Mickey Mouse, otra a Tribilín y en otra encontré a Pluto, también recibí dos leones, un conejo con una zanahoria y un perro negro que ladraba cuando se le apretaba, entonces las niñas saltaron al kīrtana y comenzaron a bailar, un devoto me ofreció tomar los regalos, pero lo sorprendí un poco cuando le contesté que los iba a guardar.

¿Pero que hará con ellos? preguntó.

Los pondré en el tablero de mi van le contesté: Una vez Śrīla Prabhupāda dijo que un regalo de un vaiṣṇava es una cosa muy especial, es una expresión de amor.

¿vaiṣṇavas? dijo con un tono de asombro, ¡tan sólo se trata de niños karmis!

Ellos ya no son karmis le respondí con una sonrisa quien canta al menos una vez los Santos Nombres se vuelve cualificado para la liberación.

sakrd uccaritam yena
harir ity aksara-dvayam
baddha-parikaras tena
moksaya gamanam prati

A una persona que canta el Santo Nombre del Señor, que consiste de las dos sílabas ha-ri al menos una vez, se le garantiza el camino hacia la liberación.

[Skanda Purana]

Al momento en que volvimos al centro de la ciudad ya teníamos un ejército de niños con nosotros, estaba un poco nervioso por su seguridad cuando cruzábamos las bocacalles, así que le pedí a dos devotos que los vigilaran, encantados por la respuesta a nuestro kīrtana los devotos cantaban con gran entusiasmo, en un determinado momento nos paramos a cantar en una esquina y me crucé a la otra esquina para ver la escena con cierta perspectiva, un grupo de conductores que esperaban en luz roja en la intersección tocaron sus bocinas en apreciación al kīrtana y cuando la luz cambió a verde no se movieron, tan sólo quedaron allí sentados disfrutando de la bienaventurada escena.

La gente continuaba gritando y meciéndose en sus ventanas y los chicos seguían en el kīrtana, cantando y bailando jubilosamente, parecían intoxicados por los Santos Nombres, me senté en una banca junto a unas personas mayores que aplaudían en apreciación al kīrtana, mirando a los devotos cantar y a la gente de Trzebiatow reciprocando de tantas maneras diferentes y pensé: Estos muchachos se merecen esta ‘bienvenida,’ están luchando una guerra real contra la energía material y las fuerzas de Kali-yuga, han sido maldecidos y heridos por diseminar el mensaje del Señor Caitanya Mahāprabhu y merecen cada gesto de afecto de esta gente, ¡tan solo observen!, no sólo los devotos de alrededor del mundo los han apoyado sino que también esta gente de Trzebiatow los están tratando como héroes, tomo el polvo de sus pies de loto en mi cabeza, ¡todas las glorias a sus servicios!

¡Que la renunciación se multiplique millones de veces! Que millones de virtudes, comenzando con la paz, el control de los sentidos, la tolerancia y la afabilidad se multipliquen millones de veces! ¡Que haya millones de meditaciones en las palabras ‘tat tvam asi’! ¡Que la devoción del Señor Viṣṇu se multiplique millones de veces! Todas estas cosas juntas no se igualan ni a una millonésima parte a las perfectas y trascendentales cualidades que poseen las grandes almas que encuentran éxtasis en el esplendor de las uñas de los dedos de los pies de los queridos devotos de Śrīman Caitanyacandra.

[Śrī Caitanya-candramṛta de Śrīla Prabodhananda Sarasvatī, Verso 26]

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