Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
<< 3 Aquí estamos con dhotis y saris en uno de los lugares más fríos sobre la Tierra >>

Hoy nos levantamos y volvimos al salón para un último programa antes de dejar Barnoul, aunque todos nos fuimos a descansar tarde anoche y el programa fue temprano en la mañana, allí se encontraban 200 devotos para darnos la bienvenida y escuchar la clase, hablé sobre el verso de Rūpa Gosvāmī del Bhakti-raṣamṛta-sindū que da el estándar para el servicio devocional puro:

anyabhilasita sunyam
jnana karmady anavrtam
anukulyena kṛṣṇanu
śilānam bhaktir uttama

Cuando se desarrolla un servicio devocional de primera clase uno está desprovisto de todos los deseos materiales, conocimiento de impersonalismo y actividades fruitivas, el devoto debe servir a Kṛṣṇa favorablemente, así como Kṛṣṇa lo desea.



Nuestros Ācāryas han dicho que este verso es un verso esencial del Bhakti-rasāmṛta-sindhū sobre el cual se basa el resto del libro.

A las 11:30 de la mañana corrimos a la estación para alcanzar el tren a nuestro próximo destino, Krsnoyarsk, estaba feliz de ver que 4 de mis discípulas habían comprado boletos para un compartimiento en el tren, abordaron el tren con reservas de prasadam para las 26 horas que duraba el viaje, me senté en el compartimiento y felizmente finalicé mis rondas en un raro momento de paz y soledad, miré el blanco y frío destello de la campiña a medida que el tren se dirigía a las profundidades del campo de Siberia.

La oscuridad nos alcanzó luego de unas pocas horas justo cuando arribamos a Novosibirsk, la capital de la región de Siberia, a medida que el tren llegaba a la estación observé en la plataforma principal un gran letrero de neón que indicaba la hora y la temperatura, es algo curioso que en cada una y en todas las estaciones de Rusia haya un gran letrero indicando la hora y la temperatura, no daba crédito a lo que estaba viendo: Eran las 6:00 pm y la temperatura era de ¡20 grados bajo cero!

De repente Uttamaloka, quien nos estaba acompañando como mi traductor de ruso, vino a mi cabina y nos dijo que el tren quedaría detenido por 5 horas.

Iinmediatamente le pregunté: ¿Hay algún templo en la ciudad?

Contestó afirmativamente, entonces le pregunté a qué distancia se encontraba el mismo y otro devoto contestó inocentemente que sólo estaba a 15 minutos desde la estación, le dije a Uttamaloka que fuera a la plataforma y que llamara al templo para informarles que estábamos realizando una visita sorpresa, podríamos caminar la corta distancia, ¡poco podría saber lo que es caminar incluso sólo 10 metros en un clima de 20 grados bajo cero!

A los pocos minutos salté con nuestra banda de 10 devotos fuera del tren y comenzamos a caminar el corto recorrido hacia el templo, nos agarró un viento helado que bajó la temperatura a 30 grados bajo cero, nunca en mi vida había experimentado algo igual, cualquier mínima porción de mi cuerpo que quedara expuesta inmediatamente experimentaba un intenso dolor debido al frío, luego de haber caminado 50 metros, no podía imaginar dar un paso más, ya nos encontrábamos fuera de la estación cuando le pedí a Uttamaloka que llamara un taxi para que continuáramos hacia el templo, encontramos un gran taxi-van y nos apilamos dentro del mismo agradecidos por la calidez que había adentro, luego de una media hora llegamos al templo, afortunadamente ¡no caminamos los 15 minutos de distancia!

Llegando al templo fuimos saludados por unos veinte devotos muy entusiastas, Śrī Prahlāda dirigió el kīrtana y yo hablé sobre atiti-seva, recibiendo a un huésped inesperado, mencioné que en la cultura védica el dueño de casa debe cumplir con 5 tareas: Honrar a los antepasados, la tierra, los devas, al animal y a cualquier huésped inesperado; conté la historia del rey Rantideva que se encuentra en el Śrīmad Bhāgavatam, quien recibió a 3 diferentes invitados en su hogar, los alimentó a todos de acuerdo a sus deseos pero al final se quedó sin prasadam para él y su familia, más tarde las 3 personalidades se revelaron a si mismos como Brahma, Viṣṇu y Śiva y lo bendijeron por su buena etiqueta al servir a sus invitados, Śrī Prahlāda dirijió entonces un kīrtana increíble que envió a los devotos a Vaikuṇṭha.

Luego de 3 horas nos subimos a un taxi y volvimos a la estación de trenes, a medida que caminábamos hacia adentro ¡todos los ojos estaban sobre nosotros!, aquí estábamos vestidos con dhotis y saris en uno de los lugares más fríos sobre la Tierra, además de eso nuestros coloridos atuendos contrastaban con los oscuros y pesados abrigos y sombreros de cuero que llevaban los demás, la gente en Siberia es muy robusta, a mi vista todos los hombres parecen grandes leñadores, muchos de ellos son más grandes que yo y con sus pieles oscuras y vestidos de invierno se ven un poco intimidantes, la gente rusa por lo general parece tener un tipo de comportamiento duro, no sonríen con facilidad, pero esto es engañoso porque en realidad ellos por lo general son blandos de corazón.

Mientras íbamos haciéndonos camino entre el tumulto de gente vestida con sus sombreros y pieles muchas personas nos decían: ¡Hare Kṛṣṇa! con sus ásperas voces, llegando al tren pensé que aunque es muy austero viajar y predicar aquí en realidad lo prefiero a otros países donde la vida es más opulenta y donde hay más facilidades, acá en Rusia todos comparten la misma austeridad y la única opulencia notable que he podido ver es a los devotos Hare Kṛṣṇa con sus brillantes caras y coloridas vestimentas.

Encontramos nuestro camino hacia el tren y nos metimos adentro para pasar la noche durante el recorrido a Krasnoyarsk, temprano por la mañana Jananivāsa, mi secretario ruso, me dió un teléfono celular que funciona a lo largo de todo el país, como es muy caro su uso solo lo tenía para recibir llamadas, pero como no supe nada de Nandinī y Rādhā Sakhī Vṛnda en más de una semana decidí llamarlas, son dos devotas en Polonia encargadas de organizar nuestros festivales polacos, ambas habían tomado una cantidad increíble de responsabilidades en esa gira, están organizando todo para que sea una fundación legal, están arreglando la gira para todos los festivales de la primavera, verano, otoño y están arreglando todos los preparativos iniciales para el festival gigantesco de Woodstock que se realizará el próximo verano, recientemente estuvieron en Zary buscando alojamiento para los cuatrocientos devotos que estamos esperando que se nos unan para nuestra prédica de Agosto en Woodstock.



Cuando las llamé me dijeron que el sacerdote local en Zary estaba haciendo todo lo posible para poner obstáculos frente a nosotros, durante los últimos dos festivales de Woodstock nos quedamos en una gran escuela no muy lejos del centro de la ciudad, pero cuando Nandinī y Rādhā Sakhī Vṛnda visitaron la escuela para alquilar las instalaciones se rehusaron determinadamente, a cada escuela que fueron encontraron el mismo frío humor, finalmente la autoridad de una escuela les informó que el sacerdote local envió un mensaje para que ninguna escuela cooperara con los Hare Kṛṣṇa en su intento de obtener instalaciones para Woodstock, los sacerdotes son muy poderosos en Polonia, especialmente en pueblos pequeños, las personas les tienen miedo ya que si no cooperan con ellos pueden perder sus empleos.

Determinadas en encontrar alojamiento Nandinī y Rādhā Sakhi Vrnda perseveraron y finalmente encontraron 2 escuelas que estuvieron de acuerdo en rentarnos las instalaciones, Nandinī dijo que el alcalde, que es nuestro amigo, tomó cartas en el asunto y utilizó su influencia.

Una vez que colgué el teléfono mi corazón golpeaba con fuerza y yo volví a mi humor de lucha que vivo 6 meses del año en Polonia, le mencioné a Uttamaloka que no puedo pensar en muchos lugares en el mundo aparte de China y los países Islámicos donde nuestro movimiento todavía enfrenta una agresión tan hostil, él me contestó que ve la agresión en proporción a la cantidad de prédica que hemos hecho en Polonia, es un país devotamente católico, donde un sinnúmero de libros de Śrīla Prabhupāda han sido distribuidos, las hostilidades provienen de la iglesia debido al éxito de nuestra prédica, pero no es sencillo vivir con tal hostilidad año tras año, esto significa que tampoco podemos relajarnos ni por un momento nuestra prédica, si disminuimos nuestro ritmo la iglesia tomaría inmediatamente cualquier terreno que pudiéramos haber ganado a través de los años, debemos mantener un paso intenso, especialmente en la gira, pero después de 10 años de festival mi cuerpo está mostrando signos de envejecimiento, le ruego al Señor que me de la fuerza necesaria para continuar, ¿qué puede hacer Él con este cuerpo envejecido? Él puede inspirarnos en el corazón para hacer Su sirviente, pero no nos regresará la juventud, supongo que la respuesta radica en discípulos como Nandinī y Rādhā Sakhī Vṛnda, mientras miraba afuera por la ventana pensaba sobre sus constantes luchas y compromiso para llevar a cabo los festivales, ellas están trabajando día y noche incluso ahora en invierno, me venció el sueño aquella noche, agradeciendo al Señor por los discípulos como ellas y pidiendo a Śrīla Prabhupāda que las bendijera.

Su sirviente: Indradyumna Svāmī.



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