Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
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Tomamos el tren de Ekaterinburgo a la 1:30 am con ruta a Perm, lo primero que noté al entrar a mi compartimiento fue su color rojizo, casi un oscuro rojo vino y reí porque me hizo recordar a Śrīla Prabhupāda de una manera inusual, cuando los devotos estaban ordenando un nuevo auto Ambassador para Śrīla Prabhupāda en la India en 1974, le preguntaron que color preferiría, Srila Prabhupada contestó: Color vino, me tomó de sorpresa que estuviera viajando a Perm en una cabina con el color preferido de Śrīla Prabhupāda, ¡rojo vino!





En vez de dormir preferí terminar con mis rondas, me dormí ya finalizando la noche por una o dos horas, tarde en la mañana estábamos cerca de nuestro destino cuando un soldado ruso paró a Uttamaloka en el corredor y le preguntó si podría hablar conmigo, accedí y Uttamaloka trajo al hombre a mi compartimiento, se presentó como el Sargento Eugeny Gorbunov, un soldado de carrera en una unidad especial del ejército, un hombre profundamente religioso recientemente llegado de combatir en Chechenia y quería hablar de cómo esta experiencia lo había acercado a Dios, dijo que es muy raro que pueda encontrar a alguien en el ejército con quien pudiera compartir sus realizaciones, estaba vestido de uniforme de invierno y tenía una inscripción especial cosidas en sus ropas, cuando le pregunté sobre esto me dijo que identifica su tipo de sangre y que era estándar para todos los soldados rusos que se encuentran sirviendo sus dos años obligatorios en el ejército, entonces abrió su camisa y nos mostró la misma información tatuada en letras azules en su pecho, luego dijo: ¡Esto es para soldados de carrera!



De su camisa también extrajo lo que describió como su altar viajero, era un pequeño marco de metal con tres figuras hermosas de Jesús, María y San Miguel y los miró con fe y devoción, me describió como le habían salvado la vida recientemente, la manera en la cual habló fue como si las figuras tuvieran vida, lo admiré por su realización, yo me esfuerzo por ver esto en mi propia adoración a la Deidad, acostumbrado a la batalla y curtido por los horrores de la guerra Eugeny comenzó a describir con detalle una batalla reciente que peleó en Chechenia, era parte de un convoy de 50 camiones llevando a 800 soldados que venían del sur de Grozny, la capital de Chechenia, hacia las Montes Cáucasos donde los rebeldes chechenios se habían refugiado, en su trayectoria el convoy fue emboscado por los rebeldes y tomó lugar una pelea muy fiera, Eugeny saltó de su camión y se refugió detrás de una rueda devolviendo el fuego con su AK 47, pero la bien planeada emboscada lo dejó a él y a sus compañeros clavados contra el piso y los chechenios tomaron toda la ventaja, utilizando morteros dejaron fuera de combate a 47 camiones uno a uno, por un milagro de Dios, según Eugeny, los tres camiones restantes fueron olvidados y los chechenios desaparecieron en las montañas, solo 45 de los 800 rusos sobrevivieron, aunque es un soldado comprometido expresó su disgusto por la guerra, mencionó que años atrás había servido codo a codo con los soldados chechenios en el ejército ruso y que la reciente batalla en Chechenia era tan solo por la ambición de poder de los políticos, después escuchó pacientemente mientras le describía la ley del karma y cómo todos estamos amarrados a nuestro destino por nuestras actividades pasadas tanto impías como piadosas, cuando le dije que la única manera de estar libre de tales reacciones es tomando refugio en Dios sacó su altar y lo miró con devoción diciendo: Sí, es así.





Me sentí humilde ante su presencia ya que parecía tener más realización que yo en cuanto a tomar refugio en Dios, tengo un libro de conocimiento, pero él posee experiencias de la vida real que han probado su devoción por Dios y esto lo ha puesto más cerca del objetivo, hablamos por más de una hora y cuando se hizo la hora de partir intercambiamos nuestras direcciones para poder escribirnos, cuando estábamos abandonando el tren me abrazó y me pidió que orara por él, nos tomamos una foto y decidimos que nos volveríamos a encontrar cuando volviera a Rusia para el próximo otoño, pero francamente me dijo que lo iban a mandar nuevamente a Chechenia y dudaba que fuera a sobrevivir esta vez.

Arribando a Perm fuimos recogidos por los devotos y llevados rápidamente para hacer una ceremonia de matrimonio para 11 parejas, cuando les recordamos a nuestros huéspedes que no nos habíamos bañado aún, nuestro chofer se desvío hacia nuestro departamento para ducharnos antes de llegar al templo.

Era la segunda boda que presidía en dos días y había muchos invitados, ví a muchos padres obviamente de aquellos muchachos que estaban tomando los votos, los padres estaban un poco incómodos por lo que pude asumir que era su primer visita al templo, para facilitar las cosas les agradecí que hubieran venido a recibirme y luego les hice notar su servicio a sus hijos, comencé una clase diciendo que la vida está llena de dificultades y que necesitamos de toda la ayuda posible para poder superarlas y llegar al reino de Dios, era un punto lógico y muchos de ellos asintieron con sus cabezas y enfaticé que la primer ayuda proviene de nuestros amados padres, quienes toman la carga inicial de criarnos desde la niñez hasta la edad adulta, con esto todos sonrieron y miraron a su alrededor con aceptación, la audiencia aplaudió y sus hijos les sonrieron, se relajaron y disfrutaron el resto de la ceremonia.

Tal como en la ceremonia de casamiento de ayer, a ésta le inyecté cuidadosamente humor y sobriedad, las damas alentaron y aplaudieron fuertemente cuando dije que la mujer es la mejor mitad del matrimonio porque como dijo Śrīla Prabhupāda: Las mujeres tienen un corazón más dulce y están más inclinadas a los deberes religiosos, pero la audiencia quedó silenciosa cuando mencioné que en la sociedad moderna tres de cuatro matrimonios terminan en divorcio y por lo tanto las parejas que están siendo casadas deben esforzarse para hacer de Kṛṣṇa el centro de la relación (sin gratificación de los sentidos) para así asegurarse el éxito.

Las bodas en Conciencia de Kṛṣṇa son eventos festivos, coloridos y llenos de bendición ¡y muy largos!, cuando terminamos todo el mundo desapareció para estirar las piernas, pero volvieron corriendo a los pocos minutos cuando se anunció que Śrī Prahlāda daría comienzo con el kīrtana, a los pocos minutos Śrī Prahlāda nos tuvo bailando a lo loco, incluyendo a muchos de los invitados, me dí cuenta que algunos de los padres que habían permanecido graves y silenciosos durante la ceremonia, ahora se encontraban bailando con sus hijos. ¡Tal es el poder del Santo Nombre!

Que el Santo Nombre de Kṛṣṇa, que es un reservorio de toda felicidad trascendental, la destrucción de los pecados de Kali-yuga, lo más purificante de todas las cosas purificantes, el alimento de las personas santas que recorren el camino al mundo espiritual, el jardín de gozo donde se encuentran las voces de los más grandes santos, filósofos y poetas, la vida de los virtuosos y la semilla del árbol de la religión, les traiga a todos ustedes auspiciosidad trascendental.

Padyayali Nama-mahatmya, Texto 14

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