Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
<< 13 Angeles de misericordia >>

Anoche tuve mi primer buen descanso luego de meses, tengo un problema en la espalda que pareciera estar empeorando lentamente pero anoche no me dió ninguna molestia, algunos meses atrás me hice unos exámenes en la India y los doctores me informaron que dos de mis discos de la espalda de la parte alta estaban bastante dañados al parecer como resultado del accidente que tuve en Sudáfrica hace varios años, sospecho que el área fue inicialmente debilitada por los 10 años que llevé la mochila de libros y por los 30 años de tocar pesadas mrdangas, el viaje constante también suma estrés a los discos, supongo que a esto se le podría llamar riesgos de trabajo al servicio del Señor. Durante los últimos meses el dolor comenzó a agudizarse de modo tal que a veces cuando doy clases pierdo mi concentración, el dolor se presenta principalmente cuando me acuesto en la noche y me recargo sobre mi espalda, durante seis meses he tratado innumerables remedios médicos sin lograr ningún alivio, finalmente recurrí a Hari Priya Dasi, quien vive en Sudáfrica, aunque Hari Priya es una sudafricana blanca está certificada como sombona, un doctor de tribu la entrenó en el arte de la curación natural practicada por los Zulúes (una tribu importante sudafricana). Generalmente soy muy conservador con esta medicina alternativa, ni hablar de la medicina mística, prefiero el acercamiento alopático aunque conozca los efectos secundarios que producen estos tratamientos, no obstante en el pasado he experimentado resultados remarcables de la curación de Hari Priya.

Justo después de mi accidente automovilístico hace cinco años (me chocó por atrás una van y me catapultó 20 metros sobre la carretera) estuve en cama por 5 meses, de acuerdo al reporte policiaco debería haber muerto, pero a pesar de que mis heridas (muy dolorosas por cierto) se limitaron a daños en los ligamentos, músculos y cartílagos en mis rodillas y piernas, mi memoria de corto plazo también fue dañada, la mayoría de los médicos me dijeron que iba a tener problemas para caminar por el resto de mis días y me recomendaron una cirugía para corregir el problema, en este momento intervino Hari Priya, me visitó y me dijo que podría llamar a sus ángeles para ayudarme, pensé: ¡Ángeles! ¿De qué estás hablando? Sin embargo, esa noche tuve un sueño increíble, me encontraba recostado en una cama de flores en un hermoso bosque, estaba rodeado por hombres bien parecidos y hermosas mujeres que tenían alas muy brillantes, se inclinaron sobre mis rodillas y aplicaron un ungüento dorado, mientras entonaban canciones de glorificación al Supremo.

En un determinado momento les dije: ¡Me tengo que ir a hacer servicio ahora!, me miraron de una manera compasiva y dijeron: El servicio puede esperar por ahora, hemos sido enviados para tratarte, ¡quédate inmóvil por una vez en tu vida!, cuando les pregunté quienes eran, respondieron al unísono: ¡Somos ángeles de misericordia!

En ese momento me desperté sin ser consciente de este sueño, me levanté de la cama y caminé al baño, en el trayecto de regreso a mi cama me incliné y puse un cassette de bhajans de Prabhupāda en la grabadora, luego me acosté y me tapé con los cobertores, de repente caí en la cuenta, ¡por meses no había podido ir al baño sin asistencia!, abrí muy grandes mis ojos cuando entendí que había ido y vuelto del baño sin ayuda, claro que mis piernas me dolían por el esfuerzo y mi médico me hubiese regañado severamente, ¡pero lo había hecho!, reflexioné en mi sueño como si se tratara de la vida real y pensé: ¿Qué está pasando aquí? ¡Ángeles de misericordia! ¿Es esto real?

Cuando pregunté sobre los sueños, Śrīla Prabhupāda me dijo que generalmente no tienen sentido, pero supongo que hay excepciones a la regla, no se si en realidad vinieron ángeles a ayudarme, pero cuando ví a Hari Priya ese día y le compartí mi sueño tan solo asintió convincentemente y sonrió.

Durante las semanas siguientes hice grandes progresos en mi recuperación, ¡hombre, los devotos quedaron muy sorprendidos cuando un mes después me vieron bailando en el festival de Ratha-yatra en las calles de Durban!, mi conclusión final es como Śrīla Prabhupāda dijo un día: El mejor plan es el que funciona.

Cuando le escribí a Hari Priya sobre mi espalda, le pregunté si los ángeles necesitaban visa para visitar Rusia y si tolerarían el frío, respondió que averiguaría, luego de una noche de descanso sin dolor debo decir, ¡benditos estos ángeles!















Dona al Bhaktivedanta Library