Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
<< 11 ¡Ustedes son la próxima generación y necesitarán muchos consejos! >>

Esta mañana fuimos al templo de Omsk para el programa, el templo es una casa de madera de 100 años de antigüedad en un vecindario justo a las afueras de la ciudad, el área completa estaba cubierta por metros de nieve, caminamos entrando al templo y me senté en un viejo vyasasana para dar la clase, tan pronto tomé asiento fui atacado por chinches, su método de dar dos mordidas en el mismo lugar es señal de su presencia, le pedí a Utamasloka que preguntara que tan viejo era el vyasasana quién luego de inquirir me dijo que tenía nueve años y que había estado guardado en el ático, mantuve mi compostura durante la clase resignándome a la probabilidad de que las mordidas representaban las reacciones a ofensas pasadas hacia los vaiṇavas que estuvieron más cualificados que yo para sentarse en este asiento.

Luego de la clase ví a un joven y a su hermana con los que me había reunido hace dos años, habían llegado a Omsk del sur de Rusia en un viaje de tres días de tren tan sólo para verme, siento mucho cariño por ellos, su historia es una de esas que rompe el corazón: En 1995 vivían en Grozny, Chechenia con sus padres rusos, en ese año las fuerzas rusas invadieron la ciudad para dar con los militantes chechenios, fue una guerra brutal y depravada donde no se tuvo piedad de nadie, ni de mujeres ni de niños, la lucha en Grozny fue tan fiera que prácticamente la ciudad entera fue desmoronada por los bombardeos diarios, las tropas de los dos bandos deambularon por las calles durante meses, encontrándose para entablar luchas armadas y para disparar a su antojo a civiles inocentes, Amta Keli de 7 años de edad y su hermano de 10 años, Vinode Bheari, vivieron durante cinco meses en el sótano de su casa (era lo único que quedaba de la misma) sin salir, los sonidos de las explosiones cercanas sacudían su pequeño refugio mientras el hedor de muerte se colaba hacia el interior, lo único que mantenía a la familia sana era la práctica de la Conciencia de Kṛṣṇa, la mayor parte del día cantaban o leían los libros de Śrīla Prabhupāda, varias veces a la semana la madre y el padre salían al caos total en búsqueda de alimentos y agua, un día la madre no volvió.

La familia la esperó con gran ansiedad y al otro día el padre salió en su búsqueda, la encontró no muy lejos del refugio derribada por un francotirador con un tiro en la cabeza, regresó y les dió la mala noticia a los niños, el glamour de la guerra sólo está en las mentes de aquellos tontos que nunca han visto el rostro de estos pobres niños, gracias a la Conciencia de Kṛṣṇa la familia pudo superar tan terrible experiencia. La filosofía del Bhagavad-gītā y el canto de los Santos Nombres les dieron alivio por la angustia de la guerra, con ayuda de las tropas rusas eventualmente lograron escapar, pero los niños quedaron llenos de cicatrices por el dolor emocional que tuvieron que pasar, cuando los conocí en el sur de Rusia, estaban recibiendo ayuda profesional para sobrellevar las pesadillas y los arranques emocionales que experimentaban con frecuencia, cuando hablé con ellos me sentí tocado por su sincero apego a los devotos y a los Santos Nombres, de alguna manera se los veía más adultos y más realizados que la mayoría de los niños de su edad, nadie tenía la necesidad de convencerlos sobre las miserias de la naturaleza material y nadie tenía que decirles que cantaran sus rondas, les dí una atención especial y me abrieron sus corazones... y les entregué el mío, pasé mucho tiempo con estos niños sabiendo que el único consejo que necesitaban era el amor y afecto de un vaiṇava, pasamos muchas horas caminando y hablando y desarrollamos así una profunda amistad. Nuestro encuentro esta mañana revivió ese sentimiento de amor.

Durante la mayor parte de mi carrera devocional he tratado dar tiempo y atención a los niños de nuestro movimiento, ellos son nuestro futuro y algún día continuarán con el trabajo que hemos hecho, a pesar de su juventud e inocencia son sensibles al amor que les brindamos y tal atención sirve como fundamento para su fé en los devotos y el Señor, el otro día recibí una carta maravillosa de una joven de Norteamérica agradeciéndome por la atención que le había brindado de pequeña y pidiéndome instrucción espiritual ahora que había crecido.





Querido Indradyumna Svāmī:
Por favor acepte mis humildes reverencias.
Todas las glorias a nuestro amado Śrīla Prabhupāda.

Por favor permítame presentarme, mi nombre es Sachi, mis padres son Vamanadeva dāsa y Sangīta devi dāsi (discípula de Śrīla Prabhupāda desde 1973), la primera vez que lo ví fue en Honolulu en 1980 donde vivía en aquel entonces, tenía 3 años y usted fue muy amable conmigo, bailó durante los aratis junto a mí e incluso me permitió dirigir junto a usted el harinama por Waikiki, cuando usted abandonó Hawai me dió una foto de su Deidad de Nsiṁhadeva la cual he atesorado, crecí en Honolulu y en los gurukulas de Los Angeles (no en los asramas), fuimos instruidos con el sistema de Ācārya Zonal que había en esos tiempos, todavía de alguna manera siento una conexión con usted, incluso de más pequeña les decía a mis amigos que algún día tomaría iniciación de usted, en retrospectiva esto es sorprendente porque sabíamos que sólo había 11 gurus iniciadores en ISKCON, ahora tengo 23 años, vivo con mis padres y hermana fuera del Templo en Filadelfia y estoy a punto de recibir mi maestría en psicología, como adolescente mi vida espiritual fue un círculo completo, si así se puede decir, habiendo nacido en ISKCON, sentí la necesidad de explorar otras religiones para asegurarme que la Conciencia de Kṛṣṇa es lo que yo deseaba para mi vida. Luego de un año completo de búsqueda volví con Śrīla Prabhupāda, recientemente mi madre me regaló un casette de bajans hecho por usted, cuando lo escuché pude sentir como volvía esa conexión que sentía de niña por usted, no puedo entender completamente o explicar este sentimiento espiritual, de todas formas no me siento para nada cualificada para solicitarle a usted una posible iniciación, pero algunas veces tengo inquietudes acerca de la Conciencia de Kṛṣṇa y mi pregunta es: ¿Si puedo escribirle ocasionalmente con mis preguntas? Me acerco a usted y le pido esta asistencia con toda mi sinceridad y humildad,

Su sirvienta:
Sachi dāsi

Apenas el otro día un devoto me preguntó por qué le prestaba tanta atención a los niños de nuestro movimiento, cuando lo pensé más tarde recordé una historia de mi propia juventud: Cuando era chico amaba el fútbol americano y era un admirador del equipo profesional local, Los 49es de San Francisco, cuando tenía 10 años mi padre me llevó a la ciudad para presenciar un gran juego que decidiría si el equipo ganaría el campeonato nacional, el estadio estaba repleto de simpatizantes alentando a su equipo, mi padre trabajaba en el negocio de la publicidad con una organización prominente: BBD&O, recientemente había estado trabajando en una campaña publicitaria con los 49es y había desarrollado una relación cercana con su quarterback Y.A. Title, Title era uno de los mejores quarterbacks de fútbol americano que hubiera visto y era el héroe de todos los chicos norteamericanos, sabíamos todo sobre él y su rendimiento en el campo era nuestra constante meditación, justo antes del comienzo del juego mi padre me llevó al campo para encontrarme con él, estaba temblando como una hoja ante la posibilidad de conocer al famoso Y.A. Title, esto me convertiría en el gran hombre de mi vecindario ¡especialmente si pudiera obtener su autógrafo! El equipo salió de los vestidores al campo para comenzar a calentar, mi padre se acercó a Title quien vino para saludarnos, un hombre enorme, más enorme se veía con su uniforme acolchado, se arrodilló sobre una rodilla y estrechó mi mano, fue como si un semidiós hubiese bajado de los cielos para encontrarse conmigo. Muchos años después mi padre me relató la conversación que había tenido con mi héroe, Title dijo: Estoy feliz de saludarte hijo, tu padre me habló acerca de ti, dice que te gusta el fútbol le contesté: Mr. Title, amo al fútbol y algún día quisiera ser como usted, muy bien hijo, contestó permíteme darte algunos consejos, de hecho te contaré algunos secretos sobre cómo realizo mis pases de balón, mantenlos entre tú y yo y algún día podrás dirigir este equipo, entonces procedió a mostrarme su manera especial de agarrar el balón y cómo hacer para lanzarlo alto en el aire aprende este truco y serás un ganador, pero recuerda hijo, el fútbol no es sólo técnica, también es ser una persona buena, debes ser bueno en el colegio y aprender tus lecciones, no te sientas intimidado por los chicos que fuman, te debes mantener sano para jugar bien al fútbol, ¿puedo hacerle una pregunta Sr. Title? le dije: Si por supuesto hijo. En ese momento sonó el silbato indicando que el juego estaba por comenzar y el resto de los jugadores corrieron al campo, pero Title permaneció conmigo al costado de la cancha, agachado en una rodilla mirándome a los ojos, el entrenador de los 49es llegó gruñendo: Title, la multitud te está esperando adentro ¡muévete!, Title lo miró por sobre sus hombros y muy fríamente le dijo: Estoy realizando una inversión aquí, este niño pequeño desea jugar al fútbol y soy su entrenador ¿OK? El entrenador de los 49es quedó completamente fuera de sitio y la multitud esperó a que realizara mi última pregunta: Sr. Title ¿me podría firmar un autógrafo? Claro, ¿alguna otra cosa? Sí, le contesté: ¿Podría escribirle alguna vez? Él respondió: Claro que puedes, ¡tú eres el próximo quarterback y necesitarás de muchos consejos! Tu padre y yo almorzaremos el próximo martes, ven y te daré mi dirección, habiendo dicho esto corrió al campo y ganó el juego.

Title me dió sólo 10 minutos, pero dejó una impresión en mí por el resto de mi vida, siempre estaba en mis pensamientos mientras practicaba deportes en la escuela y en el colegio, sus 10 minutos me dieron la inspiración para que me convirtiera en una estrella de fútbol y de natación, fui capitán del equipo de natación en la preparatoria durante cuatro años seguidos y permanecí imbatible en los 200 metros dorso durante todo ese tiempo.

Claro que avanzar en la Conciencia de Kṛṣṇa es infinitamente más desafiante que una competencia atlética y nuestros niños necesitan inspiración para comenzar con sus carreras en el servicio devocional, por esto cada vez que un niño devoto se me acerca trato de arrodillarme y darle esos 10 minutos, sé que puede llegar muy lejos y como Sachi escribió: Escucharlo cantar revivió el sentido de conexión que sentía cuando era una niña, no puedo entender por completo o explicar este sentimiento espiritual... a veces tengo preguntas acerca la Conciencia de Kṛṣṇa y ¿me pregunto si podría escribirle ocasionalmente con mis dudas? Sí, Sachi dāsi por favor escríbeme, ¡eres la próxima generación y necesitarás de muchos consejos!



































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