Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
<< 10 ¡Tiene más de 80 trabajadores y miembros de la municipalidad de la ciudad cantando 16 rondas diarias! >>

Salimos de nuestro departamento a las 6:30 am para tomar nuestro vuelo de Vladivostok a Omsk, el aeropuerto se encuentra a una hora y media de viaje de la ciudad, como es típico en Rusia siempre debemos disponer de mucho tiempo para llegar a los aeropuertos, las malas condiciones de las carreteras, la policía que te detiene para inspeccionarte y el mal clima son cosas comunes, durante el trayecto hablé con Vrajendra Kumara sobre mi visita.

Me gusta trabajar muy de cerca con los presidentes de los templos que visito, cuando llego generalmente pregunto sobre la situación del templo, sus puntos fuertes y débiles y le pregunto al presidente si desea que toque (o evite) algún punto en particular en las clases, durante la visita prefiero que el presidente se encuentre presente cuando me reuno de forma individual con los devotos.

Vrajendra Kumara es uno de esos raros devotos que han estado a cargo de su templo desde su inicio, en su caso desde 1990, nació y creció en Vladivostok, se graduó en la universidad local con el título en lengua y cultura Japonesa en 1983, gracias a su inglés fluido encontró trabajo como intérprete en una compañía naviera con base en Australia la cual realiza una ruta entre Australia, Japón y Rusia; durante el comunismo ruso obtuvo la extraña posibilidad de viajar fuera del país por su trabajo, en 1983 cuando su barco atracó en Sydney le pidió a las damas de limpieza que le trajeran todos los libros en inglés que los pasajeros hubieran abandonado en sus habitaciones, sólo encontraron uno de Śrīla Prabhupāda: La Ciencia de la Reencarnación, en el trayecto de regreso a Rusia leyó el libro con interés, deteniéndose en Cairns hacia el norte por la costa este de Australia, él y unos compañeros tuvieron permiso para abandonar la nave por un breve periodo de tiempo, mientras caminaban por el pueblo se cautivaron por la opulencia de la democracia occidental, entonces encontraron a un devoto Hare Kṛṣṇa, Vrajendra Kumara le mencionó que tenía el libro De regreso, cuando el devoto comprendió que era ruso, le pidió que lo acompañara a visitar el templo local, pero Vrajendra Kumara y sus compañeros no tenían el tiempo suficiente y volvieron al barco, en realidad uno de los hombres desapareció y luego solicitó asilo al gobierno australiano que le fue concedido, tan sólo por ese único contacto, Vrajendra comenzó a cantar Hare Kṛṣṇa, unos pocos meses más tarde se encontró con devotos rusos mientras tomaba un curso avanzado para su compañía en San Petersburgo, aunque la práctica de la Conciencia de Kṛṣṇa estaba prohibida en Rusia por aquellos días, se convirtió en un devoto practicante continuando sus labores para la compañía naviera y cantaba regularmente, a diferencia de los muchos devotos que fueron perseguidos y encarcelados por sus prácticas, Vrajendra Kumara permaneció libre y gradualmente comenzó a predicar la Conciencia de Kṛṣṇa en Vladivostok, cuando la democracia llegó a Rusia en 1990 abrió un templo.

Llegaron algunos discípulos para despedirme al aeropuerto, Vrajendra Kumara me presentó a uno de ellos llamado Bhakta Anatoly, un hombre de mediana edad que trabaja en la oficina del intendente de una ciudad cercana, es un predicador entusiasta, tiene casi a la mayoría de los 80 trabajadores y miembros de la municipalidad de la ciudad cantando 16 rondas diarias, se reúnen de forma regular para cantar y discutir la filosofía de Conciencia de Kṛṣṇa, dos veces al mes van al bosque para realizar un retiro que consiste principalmente de grandes kirtanas, Anatoly me presentó a la alcaldesa municipal de su ciudad, una dama muy distinguida vestida con ropa cara, también está cantando 16 rondas diarias.

El vuelo fue austero desde cualquier punto de vista, en Rusia está permitido que los pasajeros lleven todo el equipaje de mano que quieran, no hay compartimentos de equipaje en las cabinas, tan sólo unas barandas sobre nuestras cabezas donde todos apilan sus pertenencias, grandes valijas son apretujadas bajo los asientos o depositadas en los pasillos, perros y gatos (había 4 perros y 2 gatos en el vuelo) van sentados bajo las piernas de los pasajeros, luego de esperar una hora dentro del avión antes de despegar (nadie dió ninguna explicación de por qué nos demoramos) tardamos dos horas para llegar a Khabarovsk, llegando a Khabarovsk nos tuvimos que bajar del avión y esperar en la sala del aeropuerto por una hora y media, luego fuimos sujetos al proceso de registro nuevamente aunque estábamos abordando el mismo avión.

Seguimos una rutina similar cuando aterrizamos en Irkutsk cuatro horas después, dejamos el avión, tomamos una autobús a la terminal, esperamos una hora y ¡realizamos la revisión nuevamente!, luego esperamos otra hora a bordo. Para el momento en que despegamos hacia Omsk ya estaba listo para descansar, la única concesión fue una mujer bien vestida que abordó en Irkutsk y se sentó en el asiento de enfrente junto al pasillo, cuando nos vió su rostro se iluminó y dijo Hare Kṛṣṇa, mi hijo es un devoto en su organización, permaneció silenciosa por unos pocos minutos y luego para la sorpresa de otros pasajeros habló en voz alta: ¿Tienen ustedes algo de prasadam?, por supuesto que teníamos y le dimos una gran bolsa de samosas, pastel y gulab-jamuns, entonces dijo aún más alto: ¡Amo el prasadam!, ella y su amiga devoraron el prasadam durante el vuelo de cuatro horas a Omsk.











Luego de 12 horas de viaje finalmente aterrizamos exhaustos en Omsk, el presidente del templo, mi discípulo Siksastakam dāsa nos recogió y nos llevó directamente al salón del programa, unas personas de la televisión local saltaron dentro de la van y me entrevistaron durante la hora completa que duró el recorrido hacia el programa, inmediatamente después fuí al escenario y dí una clase para unos 200 devotos sobre el significado de om.

Si después de situarse en esta práctica del yoga y vibrando la sílaba sagrada om, la combinación suprema de letras, uno piensa en la Suprema Personalidad de Dios y abandona su cuerpo, ciertamente llegará a los planetas espirituales.

Bhagavad-gītā 8.13

Elegí como tópico este tema ya que la ciudad misma Omsk contiene la auspiciosa combinación de letras Oṁ, mencioné que incluso el canto inconsciente del Santo Nombre o de una porción de Él produce resultados auspiciosos:

Aquel que canta el Santo Nombre del Señor se libera de inmediato de las reacciones de infinitos pecados, incluso si lo canta de modo indirecto [para referirse a cualquier cosa], en broma, como entretenimiento musical o incluso de modo descuidado. Esto lo aceptan todos los sabios eruditos en las Escrituras.

Śrīmad Bhāgavatam 6.2.14

Humorísticamente les sugerí a los devotos que se acercaran a las autoridades de la ciudad y les pidieran que abandonaran las dos últimas letras del nombre de la misma y simplemente la llamaran Oṁ, Śrīla Prabhupāda una vez les pidió a los devotos de Chicago que les pidieran a las autoridades del aeropuerto que renombraran al Aeropuerto O´Hara por O Hare.

Luego de la clase un distinguido e inteligente caballero se acercó, ofreció sus reverencias y respetuosamente me dio algunas frutas, me dijo que su primer contacto con la Conciencia de Kṛṣṇa fue durante mi última visita tres años atrás, esa visita lo inspiró seriamente a tomar el proceso del servicio devocional, quería hablarle pero se acercaron tantos devotos que lo fueron empujando hacia atrás, más tarde lamenté que no pude darle el tiempo suficiente, Siksastakam me dijo que fue la cabeza de la KGB en la región Siberiana, un Ph.D., abogado, erudito prominente y miembro del consejo de la ciudad en Omsk; ¡si alguien podía cambiar el nombre de la ciudad era él!

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