Diario de un predicador viajero
<< Vol III 18 de Enero al 16 de Septiembre del 2001 >>
<< 1 En las profundidades de la nieve de Siberia >>

He decidido escribir un diario nuevamente, muchos discípulos y amigos me han preguntado cuando publicaría otro diario en forma de libro, pero por ahora sólo enviaré correos diarios, tal vez en el futuro los mismos puedan ser editados y compilados en la forma de libro si obtengo una respuesta positiva de discípulos y amigos, eso me dará el ánimo necesario para seguir con estos diarios por e-mail, mi agenda siempre está tan ocupada que rara vez tengo un minuto de sobra, pero sé que mis discípulos en particular siempre están ansiosos de saber dónde estoy y qué estoy haciendo, mandaré los mensajes de forma diaria a la conferencia ISM Disciples (Discípulos de Indradyumna Swami) en COM, una conferencia donde otros se podrán unir si así lo desean, en este momento me encuentro viajando en tren a través del basto desierto de la región norte de Kazaksthan, en Asia Central, estoy solo en el compartimiento y Śrī Prahlāda y su esposa, Rukmiṇī Priya, están en otro. Estamos llendo al norte hacia Rusia, nuestro viaje de 34 horas concluirá en Barnoul, profundamente en las nieves de Siberia donde tendremos un día y medio de programas con los devotos locales, esto marcará el inicio de un gira de 4 semanas a través de Rusia.

Recientemente dejamos Almaty, la capital de Kazakthan, allí participamos en el festival de Vyāsa-pūjā de mi querido hermano espiritual, Bhakti Bringa Govinda Mahārāja, más de 200 devotos vinieron al evento desde Asia Central, Rusia e incluso desde Europa, cuando llegamos a Almaty lo primero que hicimos fue manejar hasta el proyecto que está en desarrollo de la granja de Mahārāja Śrī Vṛndāvana Dhāma, a 45 minutos en las afueras de la ciudad, Mahārāja compró las tierras hace tres años, me encontraba sorprendido de todo lo que había logrado en tan poco tiempo, Śrī Vṛndāvana Dhāma posee una pequeña pero hermosa casa reconstruida que sirve como templo, donde la Deidad principal es una Govardhana Śilā muy grande, también adoran a una gran Nṛsiṁha Salagram que les envié el año pasado.

Es probablemente la Śilā de Nṛsiṁha mas aterrorizante que hay sobre la Tierra y Mahārāja me contó que desde que Él [la Śilā] arribó a la granja nuestro movimiento ha encontrado poca resistencia en Kazakhstan.

La propiedad tiene un establo muy grande donde se mantienen unas 15 vacas y toros, también sirve como base para un pequeño negocio de prasadam y velas, la propiedad posee muchas tierras donde crecen frutas, vegetales y granos. También me percaté que hay un gran lago renombrado por los devotos como Rādhā Kūnda con sus bancos de arena y pequeñas cabañas que son utilizados por la gente de Almaty como retiro en el verano.

Mahārāja ha comprado una buena cantidad de estas cabañas para vivienda de los devotos, Śrī Vṛndāvana Dhāma me recuerda mucho a Nueva Vraja Dhāma en Hungría, el proyecto húngaro de granjas manifestado hace más de 10 años por el fuerte deseo de Śivarāma Svāmī y que ya es famoso a lo largo de todo Hungría. Obviamente Govinda Mahārāja ha comenzado Śrī Vṛndāvana Dhāma con el mismo espíritu y no cabe duda que eventualmente alcanzará la misma fama dentro de Kazakhstan, de todas formas sé cuanta sangre, sudor y lágrimas se van con el comienzo y desarrollo de una comunidad de tales características, hombres y dinero no vienen fácilmente en este mundo, pero en la Conciencia de Kṛṣṇa nosotros siempre tenemos un incentivo especial: La misericordia de Kṛṣṇa, que por Su sola gracia podemos cumplir con las grandes tareas que nuestro maestro espiritual, Śrīla Prabhupāda, nos ha solicitado que hagamos.

Govinda Mahārāja nos ha demostrado su valor como discípulo de Su Divina Gracia desarrollando Nueva Vṛndāvana Dhāma prácticamente desde campos polvorientos, Śrīla Prabhupāda dijo una vez que un proyecto es: Sólo tan bueno como el hombre que lo dirige. Observamos el 50 aniversario del cumpleaños de Mahārāja en un salón de tamaño medio en las afueras de Almaty, nos focalizamos principalmente en clases y kīrtans, algunos de los kīrtans duraron de 3 a 4 horas, los devotos también hicieron dos dramas excelentes sobre un līlā (pasatiempo) de Kṛṣṇa, siempre noté que los devotos de Rusia y Asia Central son muy buenos para la música, arte y drama, en el Bhagavad-gītā Kṛṣṇa dice que Él es la habilidad del hombre y seguramente la gracia del Señor viene a través de los hermosos dramas que vimos en el festival, los dramas fueron tomados de la obra de Śrīla Rūpa Gosvāmī Lalita Mādhava, fueron realizados con tanta destreza que todos los presentes tuvimos la buena fortuna de experimentar lo que pueden ser los sentimientos genuinos de afecto por el Señor, ví llorando a muchos devotos.

Ayer cuando salimos de nuestro departamento de Almaty se desató una tormenta furiosa de nieve mientras nos dirigíamos a la estación de trenes, apenas llegamos para alcanzar el tren, los devotos nos habían reservado compartimientos de primera clase aunque para los estándares de occidente estos serían de clase inferior, pero eran confortables y lo más importante, cálidos, tuvimos rumores de que en Siberia había temperaturas record de –47 grados, una semana atrás me encontraba en Sydney, Australia, donde las temperaturas eran de 32 grados sobre cero. Los cambios de temperatura son una de las cosas más difíciles de ser un predicador viajero, generalmente el cuerpo se acostumbra al calor del verano o a la dureza del invierno pero yendo gradualmente con los cambios de temperatura de primavera y otoño respectivamente, pero la prédica nos lleva a distintos lugares de acuerdo a las necesidades y debemos aceptar las austeridades de enfrentarnos al calor o al frío.

Mientras nuestro tren avanza por el árido desierto en la zona norte de Kazakhstan la escena afuera permanece igual hora tras hora, un horizonte de nieve sin fin, la tierra es plana y la vista monótona sólo es rota de tiempo en tiempo por pequeños asentamientos de viejas casas de madera, ¡no me puedo imaginar como la gente vive ahí afuera! Los veo caminando arrastrando los pies de casa en casa vestidos con viejas chaquetas y sombreros de piel, los sombreros de piel son típicos de Rusia y de los países que eran parte de su imperio, los abrigos de piel también son bastante comunes.

Algunas veces el tren para en una estación y unas cuantas personas que esperan pacientemente en la nieve y en el viento helado saltan adentro, en ese ínterin unas pocas almas bravas bajan del tren para comprar refrescos que venden las señoras ancianas en la plataforma, ellas venden principalmente carne y vodka y lo que parece ser un pan plano, estas señoras son las más pobres de todas por lo que se puede ver en su atuendo que a veces solo consiste de un abrigo viejo y harapos atados a sus cuerpos, sus rostros están rojos por el frío, por ser el límite con China toda la gente de Kazakhstan tienen cabello negro y ojos sesgados.

Como no hablamos nada de ruso no podemos preguntarle a nadie cuando cruzaremos la frontera de Rusia y deseo estar preparado porque la experiencia pasada ha demostrado que puede ser una verdadera prueba.

Los guardias del fortín en la frontera pueden ser muy difíciles, gustan de intimidar a los extranjeros, demandan que uno les muestre todas las pertenencias que se traen en las valijas y crean una atmósfera de miedo y ansiedad, no pudimos contactar a la señora a cargo de nuestro vagón por lo que me puse en alerta roja y tengo mi maleta y papeles listos todo el tiempo, también duermo con toda mi ropa puesta así no seré avergonzado por los guardias fronterizos irrumpiendo en mi compartimiento a media noche y gritándome en ruso.

No hay mucho más que reportar desde esta pequeña cabina durante las 34 horas de viaje a través de Kazakhstan hacia Rusia, finalmente cruzamos la frontera rusa una vez transcurridas 27 horas del viaje, por un capricho de la suerte tocaron sorprendentemente suave en mi puerta y cuando abrí el guardia fronterizo era una tímida y joven mujer vestida de militar, ella tomó silenciosamente mi pasaporte y volvió una media hora después con el pasaporte sellado, luego miró brevemente dentro de la cabina y se fue sin decir una palabra, fue la entrada a Rusia más sencilla que jamás viví. Arribamos a Barnoul a la medianoche en medio de una gran nevada, cerca de unos 40 devotos locales estaban realizando un vigoroso kīrtana sobre la plataforma, mi corazón se fue con ellos. ¡Afuera había 12 grados bajo cero y el viento estaba furioso! Cuando salté fuera del tren, el frió me golpeó y cerré mi chaqueta hasta el cuello, pero cuando intenté hablar a unos pocos devotos en el camino al auto mis labios se encontraban tan fríos que no pude decir ni una palabra.

Mientras conducíamos hacia el departamento de un devoto, el presidente del templo llamado Viṣṇu Tattva dāsa, discípulo de Prabhaviṣṇu Svāmī, me dijo que el programa del día siguiente comenzaría a las 7:00 am. ¡Eso significaría sólo 4 horas de sueño! También había programado un darsan con mis discípulos (que no me habían visto en tres años) más tarde en la mañana, después de la adoración a la Deidad, japa y almuerzo... y un gran programa por la tarde. Rara vez devotos mayores visitan esta área aislada, por lo tanto los devotos están muy entusiasmados con el festival de la tarde y han invitado a muchas personas importantes de Barnoul, también se supone que vendrán muchos devotos de otras partes de Siberia, pero Viṇu Tattva dice que muchos no lo lograrán por el mal tiempo, luego nuestro tren partirá a nuestro próximo destino yendo más profundo en el invierno de Siberia, casi desfallezco cuando Viṣṇu Tattva me dijo que el viaje tomará ¡27 horas!

Su sirviente: Indradyumna Svāmī

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