El cazador y el sabio
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...ni a una hormiga...

Un día, mientras Nārada Muni hablaba con su amigo Parvata Muni, le pidió a éste que lo acompañara a ver a su discípulo el cazador. Cuando los santos sabios llegaron al lugar en donde estaba el cazador, éste los vio desde lejos. Con gran alacridad, el cazador comenzó a correr hacia su maestro espiritual, pero no pudo tirarse al suelo y ofrecer reverencias, porque a sus pies había hormigas que iban de un lado a otro. Al ver las hormigas, el cazador las apartó con un pedazo de tela. Después de quitar así del suelo a las hormigas, se tiró cuan largo era para ofrecer sus reverencias, o daṇḍavats. La palabra daṇḍa significa "vara", y vat significa "como". Para ofrecerle reverencias al maestro espiritual, uno debe tirarse al suelo exactamente igual que como cae una vara. Ése es el significado de la palabra daṇḍavat.

"Mi querido cazador —dijo Nārada Muni—, ese comportamiento no es en absoluto asombroso. Un hombre que realiza servicio devocional es automáticamente no violento. Él es el mejor de los caballeros.

"Respetable caballero... ¡no me cortes el cuello!"

En los actuales momentos hay muchos supuestos caballeros que son expertos en matar animales y aves. Sin embargo, esos supuestos caballeros profesan un tipo de religión que prohibe estrictamente la matanza. Según Nārada Muni y la cultura védica, las personas que matan animales ni siquiera son caballeros, ¡ni hablar de ser religiosos¡ Una persona religiosa, un devoto del Señor, debe ser no violento. Ésa es la naturaleza de una persona religiosa. Es contradictorio ser violento y al mismo tiempo hacerse llamar persona religiosa. Semejante hipocresía no la aprueba Nārada Muni ni la sucesión discipular de maestros espirituales conscientes de Kṛṣṇa.

Nārada continuó alabando al cazador, diciéndole: "¡Oh, cazador!, buenas cualidades tales como la no violencia, la cual se ha desarrollado en ti, no son muy sorprendentes, pues aquellos que están dedicados al servicio devocional del Señor, nunca sienten la inclinación de causarles dolor a otros por envidia".

Atendiendo al maestro

El cazador recibió entonces a los dos grandes sabios en el patio de su casa, tendió una estera de paja, y con gran devoción les pidió que se sentaran. Luego, buscó agua y les lavó los pies con gran devoción. Ése es el proceso que uno debe seguir cuando recibe al maestro espiritual o a alguien que está en el nivel del maestro espiritual. Cuando el maestro espiritual va a la residencia de sus discípulos, éstos deben seguir los pasos del antiguo cazador. No importa lo que uno fuera antes de ser iniciado por el maestro espiritual; después de la iniciación debe aprender la etiqueta que aquí se menciona.

Nārada: convirtiendo el hierro en oro

Cuando el cazador cantó el mantra Hare Kṛṣṇa ante su maestro espiritual, su cuerpo tembló y sus ojos se inundaron de lágrimas. Colmado de amor extático, alzó sus brazos y comenzó a bailar, agitando de arriba a abajo la ropa que llevaba puesta. Al Parvata Muni ver los extáticos síntomas amorosos del cazador, le dijo a Nārada: "Sin duda que eres una piedra de toque. Mi querido amigo Nārada Muni, tú eres glorificado como el sabio entre los semidioses. Por tu misericordia hasta una persona de bajo nacimiento, tal como este cazador, puede de inmediato apegarse al Señor Kṛṣṇa".

Si una piedra de toque se pone en contacto con el hierro, lo convierte en oro. Parvata Muni llamó a Nārada Muni piedra de toque, porque a pesar de que el cazador era el más bajo de los hombres, el contacto con Nārada Muni lo convirtió en un elevado y perfecto devoto del Señor Kṛṣṇa. Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura, un gran maestro espiritual consciente de Kṛṣṇa, dijo una vez que la posición de un devoto de Kṛṣṇa se puede terminar viendo cuán buena piedra de toque es —es decir, viendo cuántos devotos de Kṛṣṇa ha hecho durante su vida—. Un devoto de Kṛṣṇa debe ser una piedra de toque, de modo que pueda convertir a otros en devotos de Kṛṣṇa mediante su prédica, aun a pesar de que la gente sea tan caída como el cazador. Hay muchos devotos supuestamente avanzados que se sientan en un lugar recluido, en aras de su propio beneficio personal. Ellos no salen a predicar y convertir a otros en devotos del Señor Kṛṣṇa, y, por consiguiente, no se les puede llamar piedras de toque en absoluto.

Todos deben ser devotos

El propio Señor Kṛṣṇa, en Su encarnación como el Señor Caitanya, les aconsejó directamente a Sus seguidores que aumentaran el número de devotos: yāre dekha, tāre kaha 'Kṛṣṇaḥ -upadeśa āmāra ājñāya guru hañā tāraḥ ei deśa (Śrī Caitanya-caritāmṛta Madhya Lila 7.128). En ese verso en bengalí, el Señor Caitanya expresa Su deseo de que todo el mundo se vuelva devoto de Kṛṣṇa y maestro espiritual, o guru. Siguiendo las instrucciones del Señor Caitanya y de Su sucesión discipular, uno puede volverse maestro espiritual, pues el proceso es muy sencillo. Uno puede ir a todas partes sin excepción a predicar las instrucciones de Kṛṣṇa. El Bhagavad-gītā constituye las instrucciones de Kṛṣṇa; por lo tanto, cada devoto de Kṛṣṇa tiene el deber de viajar y predicar el Bhagavad-gītā, ya sea en su país o en el extranjero. Ésa es la prueba de ser una sparśa-maṇi, o piedra de toque, tal como Nārada Muni.

"Yo personalmente"

Nārada Muni le dijo entonces al cazador: "Mi querido devoto del Señor Kṛṣṇa, ¿tienes algún ingreso para tu manutención?".

"Mi querido maestro espiritual —respondió el cazador—, todo aquel que envías me trae algo cuando viene a verme". Esto confirma la declaración del Bhagavad-gītā (9.22) de que el Señor le lleva a Su devoto todo lo que éste necesita. Nārada Muni le preguntó al antiguo cazador cómo se estaba manteniendo, y este último respondió que todo el que iba a verlo le llevaba algo para su manutención. Kṛṣṇa, quien está situado en el corazón de todo el mundo, dice: "Yo personalmente les llevo a Mis devotos todo lo que necesitan". El Señor Supremo puede ordenarle a cualquiera que ejecute eso. Todo el mundo está dispuesto a darle algo a un devoto de Kṛṣṇa, y si el devoto está completamente dedicado al servicio devocional, no necesita angustiarse por su manutención.

El antiguo cazador dijo: "Por favor, no envíes tantos granos. Envía sólo lo suficiente para dos personas, y nada más".

Confiando en Kṛṣṇa

No es necesario que un devoto de Kṛṣṇa guarde comida para el día siguiente. Él debe aceptar sólo una cantidad de granos suficientes para un día. Al día siguiente debe de nuevo depender de la misericordia del Señor. Ésa es la instrucción del Señor Caitanya. El Señor Caitanya solía regañar a Govinda, Su sirviente personal, cuando éste guarda a veces una reserva de comida. "¿Por qué guardaste una reserva para el día siguiente? " —le decía—. Grandes santos tales como Śrīla Rūpa Gosvāmī y otros pedían limosna de puerta en puerta para su sustento y nunca intentaron almacenar comida para el día siguiente. No debemos hacer cálculos de una manera material y pensar: "Es mejor almacenar comida para una semana. ¿Por qué molestar al Señor haciendo que traiga comida diariamente?". Uno debe estar convencido de que el Señor va a proveer todos los días. No hay necesidad de almacenar comida para el día siguiente.

Nārada Muni aprobó el deseo del cazador de no querer más comida que la ración de un día, y lo bendijo, diciendo: "Eres afortunado". Nārada Muni y Parvata Muni desaparecieron entonces de ese lugar.

Así concluye esta historia de Nārada y Mṛgāri, que muestra que hasta un cazador, el más bajo de los hombres, puede volverse un muy elevado devoto del Señor Kṛṣṇa, simplemente por el hecho de asociarse con Nārada Muni o con un devoto de su genuina sucesión discipular.

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