El cazador y el sabio
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Entendiendo el porqué

Nārada Muni le respondió al cazador: "Si dejas a los animales a medio matar, estás causándoles dolor adrede. Por consiguiente, tendrás que sufrir para compensarlo".

"Ojo por ojo"

Ésa es una declaración autoritativa dada por Nārada Muni, la mayor autoridad en el campo del conocimiento védico. Los Vedas, los libros de sabiduría de la antigua India, afirman claramente que si uno le causa a otra entidad viviente una dificultad innecesaria, las leyes de la naturaleza lo castigarán sin duda con un dolor similar. Aun a pesar de que el cazador Mṛgāri era incivilizado, tenía no obstante que sufrir los resultados de sus actividades pecaminosas. De modo que si un hombre civilizado mata animales regularmente en un matadero para mantener su supuesta civilización, usando métodos científicos y máquinas para matar animales, no podemos ni siquiera imaginar el sufrimiento que le espera. Mal llamada gente civilizada considera que tiene una educación muy adelantada, pero no sabe acerca de las estrictas leyes de la naturaleza. Según la ley de la naturaleza, una vida se paga con otra.

"No vivas... no mueras"

A duras penas podemos imaginarnos los sufrimientos de aquel que mantiene un matadero. Él no sólo sufre en esta vida, sino también en la otra. Se dice que a un cazador, a un asesino o a un matador se le aconseja que no viva ni muera. Si vive, acumula aun más pecados, lo cual le ocasiona más sufrimiento en una vida futura. Y se le aconseja no morir, porque su muerte implica que de inmediato comienza a tener más sufrimientos. Por lo tanto, se le aconseja que no viva ni muera.

¿Quién está feliz?

Los seguidores de los principios védicos aceptan las declaraciones de Nārada Muni en relación con esto, y ellos tienen el deber de procurar que nadie sufra debido a actividades pecaminosas tales como la matanza de animales. A los sinvergüenzas y necios se les describe en el Bhagavad-gītā como māyāyāpahṛta-jñānāḥ, lo cual indica que aunque superficialmente son educados, māyā, o la ilusión, los ha despojado de su jñāna, o conocimiento. Esa clase de personas están actualmente dirigiendo a la sociedad humana. En el Śrīmad-Bhāgavatam también se les describe como andhā yathāndhair upanīyamānāḥ. Esos sinvergüenzas son de por sí ciegos (andhāḥ), y aun así están dirigiendo a otros que también son ciegos. Cuando la gente sigue a líderes de esa clase, sufre ilimitados dolores en el futuro. Pese al supuesto avance de la civilización, todo eso está ocurriendo. ¿Quién está a salvo? ¿Quién está feliz? ¿Quién no está angustiado?

La causa de las masacres

A fin de hacer que el cazador Mṛgāri estuviera consciente de todo esto, Nārada Muni continuó hablándole, y le dijo: "Mi querido cazador, tu ocupación es la de matar animales. Eso sólo es una ligera ofensa de tu parte. Pero cuando conscientemente les causa un dolor innecesario al dejarlos a medio matar, incurre en pecados muy grandes".

He aquí otra buena instrucción para los que matan animales. En la sociedad humana siempre hay gente que mata animales y que se los come, porque la gente no muy civilizada está acostumbrada a comer carne. En la civilización védica, a los que comen carne se les aconseja matar un animal a manera de sacrificio en honor de la diosa Kālī o a un semidiós similar. Esto tiene por objeto no causarle al animal un dolor innecesario, como ocurre en los mataderos. En el sacrificio animal conocido como Balidāna, se recomienda cortar el cuello del animal de un solo tajo. Ello debe hacerse en una noche de Luna nueva, y nadie debe oír los dolorosos quejidos que el animal profiere en el momento de ser sacrificado. Hay además muchas otras restricciones. La matanza se permite sólo una vez al mes, y el que mata al animal tiene que sufrir dolores similares en su siguiente vida.

En los actuales momentos, los hombres supuestamente civilizados no sacrifican animales de un modo religioso. Ellos abiertamente matan animales a diario y por miles, sin otra finalidad que la satisfacción de la lengua. Debido a esto, el mundo entero está sufriendo de muchísimas maneras. Los políticos están declarando guerras innecesariamente, y, conforme a las severas leyes de la naturaleza material, están ocurriendo masacres entre naciones.

Mejor que sea una cabra

El Bhagavad-gītā explica que esas reacciones de la matanza de animales son inevitables, prakṛteḥ kriyamāṇāni guṇaiḥ karmāṇi sarvaśaḥ ahaṇkāra-vimūḍhātmā kartāhaṁ iti manyate: "El alma espiritual confundida, hallándose bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material, se cree la autora de actividades que en realidad son realizadas por la naturaleza" (El Bhagavad-gītā 3.27). Las leyes de prakṛti (la naturaleza) son muy estrictas. Nadie debe pensar que tiene la libertad de matar animales y no sufrir las consecuencias. Uno no puede estar a salvo si hace eso. Nārada Muni dice que la matanza de animales es ofensiva, especialmente cuando a los animales se les causa un dolor innecesario. A los que comen carne y a los que matan animales se les aconseja no comprar carne del matadero. Ellos pueden adorar a Kālī una vez al mes, matar algún animal de poca importancia, tal como una cabra, y comérselo. Claro que aun si se sigue este método, no se deja de ser un ofensor.

Nārada Muni continuó razonando con el cazador. "Todos los animales a los que has matado y a los que les has causado un sufrimiento innecesario, te matarán en tu siguiente vida, uno tras otro, y vida tras vida".

No hay excusa que valga

He aquí otra declaración védica autoritativa del gran sabio Nārada. A aquellos que matan a los animales y les causan un dolor innecesario —como lo hace la gente en los mataderos—, se les matará de un modo similar en la siguiente vida y en muchas vidas por venir. Uno nunca puede ser excusado de semejante ofensa. Si uno mata muchos miles de animales de una manera profesional, para que otras personas puedan comprar y comer carne, se debe estar dispuesto a ser matado de un modo similar a las siguientes vidas, una tras otra.

Burla e hipocresía

Hay muchos sinvergüenzas que violan sus propios principios religiosos. En las Escrituras judeocristianas se afirma claramente: "No matarás". Sin embargo, dando toda clase de excusas, hasta los dirigentes de las religiones consienten en que se mate a los animales, y a la vez tratan de hacerse pasar por personas santas. Esta burla e hipocresía en la sociedad humana provoca innumerables calamidades. Por consiguiente, de cuando en cuando ocurren grandes guerras. Personas de esa clase van en grandes masas a los campos de batalla y se matan entre sí. Actualmente han descubierto la bomba atómica, y simplemente están aguardando una destrucción en gran escala.

El canto y los cuatro principios

Si la gente quiere salvarse de la cuestión de la matanza vida tras vida, debe emprender el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y cesar la actividad pecaminosa. La Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa recomienda que todo el mundo deje de comer carne, deje de tener vida sexual ilícita, deje de ingerir sustancias embriagantes o estimulantes, y deje los juegos de azar. Cuando uno abandona esas actividades pecaminosas, puede entender a Dios, o Kṛṣṇa, y participar en este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. En consecuencia, nosotros le pedimos a todo el mundo que abandone la actividad pecaminosa y cante el mantra Hare Kṛṣṇa —Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare¯ Hare Rāma Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare—. De esta manera, la gente puede salvarse del reiterado nacimiento y muerte.

Así pues, por asociarse con el gran sabio Nārada Muni, el cazador se convenció un poco de lo pecaminoso de su actividad, y sintió algo de temor debido a sus ofensas. Ése es el efecto de asociarse con un devoto puro tal como Nārada Muni. Los hombres y mujeres que están predicando por todas partes del mundo es por del cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, siguen los pasos de Nārada Muni. Sus vidas se han purificado por el hecho de seguir los cuatro principios de no comer carne, no tener vida sexual ilícita, no ingerir sustancias embriagantes o estimulantes, y no participar en juegos de azar; y además, ellos cantan el mantra Hare Kṛṣṇa adondequiera que van. Como llevan una vida pura, cuando le hablan a la gente acerca de las enseñanzas de este movimiento de conciencia de Kṛṣṇa, sus palabras tienen un efecto espiritual potente en todo aquel que escucha, haciéndolo seguir las instrucciones.

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