Śrīla Prabhupāda Līlambṛta

<< Introducción >>

Desde su infancia, Śrīla Prabhupāda adoró al Señor Kṛṣṇa, entendiéndolo como la Suprema Personalidad de Dios, la fuente de toda existencia. Comenzando a la edad de veintidós años, después de su primer encuentro con su maestro espiritual, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, Śrīla Prabhupāda se volvió más y más activo en la difusión de las enseñanzas del Señor Kṛṣṇa.

En el volumen 1 del Śrīla Prabhupāda-līlāmṛta vemos a Śrīla Prabhupāda luchando solo para publicar la revista De vuelta al Supremo, escribiendo personalmente, editando, visitando la imprenta y luego distribuyendo las copias en las calles de Nueva Delhi. Trabajando solo en Jhansi, India, Prabhupāda reunió a algunos seguidores de medio tiempo para crear la Liga de Devotos, un primer intento de introducir su visión de presentar a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, a las personas de todas las naciones, razas y niveles de la sociedad.

Śrīla Prabhupāda estaba solo cuando llegó a Norteamérica en 1965. Pero estaba lleno de fe en Kṛṣṇa y de determinación para establecer la Conciencia de Kṛṣṇa en Occidente y así cumplir el deseo de su maestro espiritual y la predicción de las escrituras y santos anteriores. Se unieron hombres y mujeres jóvenes del Lado Este Bajo de Nueva York, atraídos no tanto por la cultura védica como sí por el “Svāmīji” y su canto de Hare Kṛṣṇa. Así, a partir de un pequeño local, Śrīla Prabhupāda introdujo el Movimiento Hare Kṛṣṇa en Estados Unidos.

Seguimos a Śrīla Prabhupāda a Haight-Ashbury en San Francisco durante el apogeo hippie de 1967, cuando él estableció allí su Movimiento de la Conciencia de Kṛṣṇa, tal como lo hizo en la ciudad de Nueva York. Luego, en mayo del 67, sufrió un ataque al corazón y se retiró a la India para recuperarse. Se hizo aún más claro que el Movimiento para la Conciencia de Kṛṣṇa, su vida y su crecimiento, dependían completamente de él. Aunque unas pocas docenas de seguidores sinceros se dedicaron a su servicio, se sintieron indefensos e incompetentes para hacer cualquier trabajo misionero, o incluso para mantener sus propios votos espirituales de abstenerse de sexo ilícito, comer carne, intoxicarse y apostar, a menos que él estuviera personalmente presente para guiarlos. En diciembre de 1967, Śrīla Prabhupāda regresó a Norteamérica con su joven familia espiritual.

Como comentó Śrīla Prabhupāda varios años después, su Movimiento realmente no comenzó hasta éste regreso a Estados Unidos en diciembre de 1967. Sabía que su tiempo era limitado, el ataque al corazón lo demostró. Ahora, en el tiempo que le quedaba, tenía que cumplir su misión y a medida que su Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa comenzó a crecer, se extendió gradualmente más allá de su sencillo y en ocasiones humoroso inicio, para convertirse en una institución espiritual considerada notable incluso entre las religiones del mundo.

En el presente volumen seguimos a Śrīla Prabhupāda a través de los años de su mayor participación activa en ISKCON, la Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa, como su único líder. En 1968, Śrīla Prabhupāda tiene aproximadamente cincuenta discípulos y seis centros de ISKCON. Aunque sus seguidores habán aumentado en número, la mayoría de ellos no eran más que neófitos sinceros. Prabhupāda está personalmente disponible para cada uno de sus discípulos y continúa administrando y manteniendo cada centro de ISKCON. En julio de 1970, Śrīla Prabhupāda forma su Comisión del Cuerpo Gobernante y comienza a entregar la administración de ISKCON a la junta de los secretarios del GBC. Sin embargo, encontramos a Prabhupāda todavía guiando activamente las actividades de su sociedad, expandida en 1971 a seiscientos discípulos y sesenta y cinco centros.

Aunque las enseñanzas de la Conciencia de Kṛṣṇa han existido desde tiempos inmemoriales dentro de las literaturas sánscritas védicas de la India y son el origen y la esencia de toda expresión religiosa, hasta que Śrīla Prabhupāda comenzó a predicar, la Conciencia de Kṛṣṇa en su pureza original, nunca se habían difundido tan ampliamente. En el texto védico más popular y básico, el Bhagavad-gīta, el Señor Kṛṣṇa enseña que Él es la Suprema Personalidad de Dios y que la verdadera religión, el verdadero conocimiento y el verdadero esfuerzo pueden comprenderse únicamente cuando uno dedica su vida al servicio amoroso del Señor. Solo la entrega total al Supremo puede liberarnos de las leyes del karma y del ciclo del repetido nacimiento y muerte.

Śrīla Prabhupāda estaba convencido de que el servicio devocional al Señor Kṛṣṇa es la meta de la vida y que ocupar a otros en el servicio devocional es la actividad de máximo bienestar. Estas convicciones lo impulsaron a viajar y predicar en nombre de su maestro espiritual y Kṛṣṇa.

El éxito de Śrīla Prabhupāda en la difusión de la Conciencia de Kṛṣṇa se debió a que la Suprema Personalidad de Dios le dio ese poder directamente. El Caitanya-caritāmṛta afirma, kali-kālera dharma-kṛṣṇa-nāma-saṅkīrtana/ kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana: “El sistema religioso fundamental en la era de Kali es el canto del santo nombre de Kṛṣṇa. A menos que uno esté autorizado por Kṛṣṇa, no puede propagar el Movimiento de Saṅkīrtana”. Sin embargo, a pesar de que Śrīla Prabhupāda estaba empoderado, la historia de su vida no es una en la que el éxito haya llegado claro y automáticamente, siendo todo milagrosamente sancionado por Dios. Más bien, la historia de Śrīla Prabhupāda es una de intentos constantes en favor de su maestro espiritual. Los éxitos vienen, pero solo después de un gran esfuerzo y mucha fe.

Prabhupāda encontró dificultades al tratar de difundir el amor por Dios en un mundo sin Dios. A veces se encontró con la oposición de los gobiernos, de los medios de comunicación y de los religiosos, incluidos los de la India; incluso dentro de su propia sociedad encontró dificultades causadas cuando sus discípulos neófitos [algunos] cayeron en las tentaciones del mundo material. Sin embargo, atravesando todas estas dificultades, Śrīla Prabhupāda perseveró con la sublime tolerancia, bondad e inquebrantable determinación de un devoto puro del Señor Kṛṣṇa.

Según los estándares materiales, fue extraordinario que una persona de la edad de Śrīla Prabhupāda pudiera viajar constantemente, confrontar problemas, oposición y simultáneamente producir volumen tras volumen de traducciones de literatura védica. La visión material no puede comprender las actividades de Śrīla Prabhupāda. Verdaderamente fue un mahātmā, como lo describe Kṛṣṇa en el Bhagavad-gītā: “Los mahātmās siempre están trabajando bajo la dirección de Mi energía interna.” Al difundir la Conciencia de Kṛṣṇa, Śrīla Prabhupāda estaba lejos de ser un fanático religioso que intentaba aumentar una secta; sus escritos, viajes y prédicas los realizó con devoción pura al Señor Kṛṣṇa, por lo tanto, fueron trascendentales. Śrīla Prabhupāda vio que Kṛṣṇa mismo fue quien otorgó los resultados.

El Señor Caitanya declaró:
pṛthivīte āche yata nagarādi grāma
sarvatra pracāra haibe mora nāma

«En cada pueblo y aldea se escuchará el canto de Mi nombre».

Estas palabras, pronunciadas directamente por el Señor Caitanya, son indudablemente ciertas; la predicción del Señor debe cumplirse. Sin embargo, muchos Vaiṣṇavas Gauḍīya, incluso tan recientemente como los discípulos de Bhaktisiddhānta Sarasvatī, consideraron problemática la predicción del Señor. ¿El nombre del Señor Caitanya en cada pueblo y aldea? ¿Debería tomarse esto alegóricamente? Ciertamente, los estadounidenses, los europeos, los africanos, los polinesios, los mongoles, los mlecchas incultos fuera de la India, nunca podrían convertirse en vaiṣṇavas. Por lo tanto, las palabras del Señor Caitanya parecían un tema enigmático propio para la especulación.

Sin embargo, Śrīla Prabhupāda estaba bajo las órdenes de su maestro espiritual, Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī, para predicar la Conciencia de Kṛṣṇa más allá de la India. Sn 1965, dio el gran paso solo y abandonó la India, cruzó el Atlántico y fundó la Sociedad Internacional para la Conciencia de Kṛṣṇa en la ciudad de Nueva York.

Aunque algunos de los hermanos espirituales de Prabhupāda fueron a Inglaterra unos treinta años antes, no pudieron establecer nada e incluso llegaron a la conclusión de que no era posible dar la Conciencia de Kṛṣṇa a la gente occidental. Pero Śrīla Prabhupāda, cumpliendo la predicción del Señor Caitanya, viajó y empleó a sus discípulos en viajes, para abrir centros en la ciudad de Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Boston, Montreal, Buffalo, Seattle. También envió a sus discípulos al exterior, a Londres y otros países, ellos tuvieron éxito donde los hermanos espirituales de Prabhupāda fracasaron.

Como explica el presente volumen, Śrīla Prabhupāda viajó no solo para conseguir nuevos devotos y establecer la Conciencia de Kṛṣṇa en nuevos lugares del mundo, sino también para mantener lo que ya había iniciado. Si él no hubiera continuado viajando a cada templo, instruyendo a sus discípulos, observando su progreso, corrigiendo sus errores, elevando el nivel de su Conciencia de Kṛṣṇa, los devotos no habrían podido continuar. Prabhupāda tuvo que dar la vuelta al mundo repetidamente.

Śrīla Prabhupāda, por su fe en Kṛṣṇa, por su desinteresada dedicación a la orden de su maestro espiritual y por las bendiciones del Señor Caitanya, hizo lo que nadie más podría haber hecho. Como dice el Caitanya-caritāmṛta, kṛṣṇa-śakti vinā nahe tāra pravartana: “Solo alguien que recibe el poder del Señor Kṛṣṇa puede difundir el canto de Hare Kṛṣṇa por todo el mundo.”

Este volumen es un relato de años de lucha y realización final en la vida de Śrīla Prabhupāda, invito al lector a disfrutarlo. Aquí está la historia de “la pobreza a la riqueza” de alguien que comenzó solo y sin nada, pero cuyo Movimiento, escritura y vida personal crearon una impresión asombrosa y permanente en el mundo. Al seguir a Śrīla Prabhupāda a través de estos tiempos, obtenemos una comprensión de su exaltada y humilde vida.

No puedo describir completamente a Śrīla Prabhupāda. Por lo tanto, he compuesto una invocación, rezando para que se me permita contar esta historia puramente desde el punto de vista trascendental; de lo contrario, será arruinada e incomprensible. Cuando se narra correctamente, la vida del devoto puro trae la mayor alegría y beneficio a los oyentes.

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