 | Purañjaya estuvo de acuerdo en matar a los demonios, pero con la condición de que Indra fuese su montura. Indra, sin embargo, era orgulloso y no podía aceptar esa condición. Sólo más tarde, cuando Viṣṇu, el Señor Supremo, se lo ordenó, aceptó transformarse en un enorme toro y sirvió de cabalgadura a Purañjaya.
|