 | Vasiṣṭha, que era un gran brāhmaṇa erudito, habló a Mahārāja Ikṣvāku acerca de la Verdad Absoluta, y el rey, conforme a sus instrucciones, se entregó a la renuncia. Mahārāja Ikṣvāku siguió los principios de los yogīs, y, tras abandonar el cuerpo material, alcanzó la perfección suprema.
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