 | Presa de las poderosas garras del tigre, una de las vacas comenzó a mugir de miedo y de angustia. Pṛṣadhra escuchó los mugidos y, orientándose inmediatamente por el sonido, empuñó la espada. Sin embargo, como las nubes ocultaban la luz de las estrellas, Pṛṣadhra confundió a la vaca con el tigre y, por error, le cortó la cabeza con un poderoso tajo de su espada.
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