 | Mostrándose reacio a una vida de disfrute material, Kavi, el hijo menor de Manu, abandonó el reino antes de alcanzar la plenitud de la edad juvenil. Acompañado por sus amigos, se marchó al bosque, pensando siempre, desde lo más profundo del corazón, en la Suprema Personalidad de Dios, que es autorrefulgente. De ese modo alcanzó la perfección.
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