 | ¡Oh, mi querida esposa!, ¡oh, la más cruel!, ¡espera, por favor!, ¡espera! Sé que, hasta ahora, nunca he sabido hacerte feliz, pero no por ello debes abandonarme. No está bien que hagas eso. Incluso si has decidido abandonar mi compañía, al menos hablemos un momento.
|