 | A continuación, Budha engendró en el vientre de Ilā un hijo que se llamó Purūravā, del cual se habló al comienzo del Noveno Canto. Cuando Nārada describió en la corte del Señor Indra su belleza, sus cualidades personales, su magnanimidad, su manera de actuar, su riqueza y su poder, Urvaśī, la mujer celestial, sintió atracción por él. Herida por la flecha de Cupido, fue a verle.
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