 | Los semidioses vieron al Señor Śiva, que, velando por la buena fortuna y prosperidad de los tres mundos, se sentaba con su esposa, Bhavānī, en la cima del monte Kailāsa. Recibía la adoración de grandes personas santas que aspiraban a la liberación. Los semidioses le ofrecieron reverencias y oraciones con mucho respeto.
|