 | El Señor apareció como una nube negruzca. Iba vestido con ropas amarillas, Sus pendientes brillaban en Sus orejas como relámpagos y Su cabello se extendía sobre Sus hombros. Llevaba una guirnalda de flores y Sus ojos eran rosados. Con Sus fuertes y gloriosos brazos, que otorgan valentía en todo el universo, agarró a Vāsuki y comenzó a batir el océano, usando la montaña Mandara como una varilla para batir. Cuando se dedicaba a ello, el Señor parecía una montaña hermosamente situada llamada Indranīla.
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