 | Que la supremamente poderosa Personalidad de Dios Se complazca con nosotros. De Sus oídos se generan las direcciones, de Su corazón vienen los orificios del cuerpo, y de Su ombligo vienen la fuerza vital, los sentidos, la mente, el aire que circula en el cuerpo, y el éter, que es el refugio del cuerpo.
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