puṁsāṁ ślāghyatamaṁ manye daṇḍam arhattamārpitam yaṁ na mātā pitā bhrātā suhṛdaś cādiśanti hi
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
Puesto que Tú eres el Señor más adorable, el castigo que me has impuesto me parece glorioso. Un padre, una madre, un hermano o un amigo, a veces pueden castigarnos por nuestro propio bien, pero nunca sabrían impartir un castigo como éste.
SIGNIFICADO
Para el devoto, el castigo que la Suprema Personalidad de Dios le impone es la mayor muestra de Su misericordia.
tat te ’nukampāṁ susamīkṣamāṇo
bhuñjāna evātma-kṛtaṁ vipākam
hṛd-vāg-vapurbhir vidadhan namas te
jīveta yo mukti-pade sa dāya-bhāk
«Aquel que, buscando Tu compasión, tolera todo tipo de circunstancias adversas debidas al karma de sus actos pasados y que siempre se ocupa en Tu servicio devocional con la mente, el cuerpo y las palabras, ofreciéndote continuas reverencias, ciertamente es un candidato genuino para la liberación».
(Śrīmad-Bhāgavatam 10.14.8)
El devoto sabe que los supuestos castigos de la Suprema Personalidad de Dios no son otra cosa que una muestra de Su favor y que están destinados a corregirlo y a llevarlo por el buen camino. Por lo tanto, el castigo de la Suprema Personalidad de Dios no puede compararse ni siquiera con el mayor de los beneficios que se pueda recibir de un padre, una madre, un hermano o un amigo materiales.