 | Por lo general, la ira del alma condicionada no suele ser permanente, sino temporal, y se debe a la influencia de la ignorancia. Hiraṇyakaśipu, sin embargo, siguió resentido e iracundo contra el Señor Viṣṇu hasta la hora de la muerte. Nunca depuso su actitud, y siempre deseó vengarse de Viṣṇu por haber matado a su hermano, Hiraṇyākṣa. Otras personas, bajo la influencia del concepto corporal de la vida, se irritan con sus enemigos, pero no contra el Señor Viṣṇu. La ira de Hiraṇyakaśipu, sin embargo, fue permanente, no solo por el prestigio falso, sino también por su continua enemistad hacia Viṣṇu.
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