 | ¡Oh, hijo de un brāhmaṇa!, hoy el fuego de sacrificio arde conforme a los mandamientos del śāstra; hoy, el agua que ha lavado Tus pies de loto me ha liberado de todas las reacciones de una vida de pecado. ¡Oh, mi Señor!, con el contacto de Tus pequeños pies de loto, toda la superficie del mundo se ha santificado.
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