 | Abrazada por el Señor Śiva como una elefanta abrazada por un elefante macho, la mujer, que llevaba el cabello suelto, Se retorcía entre sus brazos como una serpiente. ¡Oh, rey!, aquella mujer, de caderas grandes y bien formadas, era una mujer de yogamāyā manifestada por la Suprema Personalidad de Dios. De alguna forma, logró liberarse del apasionado abrazo del Señor Śiva y salió corriendo.
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