 | Entonces, Indra se liberó de la jaula de flechas que le envolvía. Cuando apareció con su cuadriga, su bandera, sus caballos y su auriga, el cielo, la Tierra y todas las direcciones se sintieron complacidos; su refulgencia era como la del Sol que brilla al final de la noche. Indra resplandecía, hermoso ante los ojos de todos.
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