Śrīmad-Bhāgavatam
<< Canto 7, La Ciencia de Dios >>
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<<VERSO 55 >>

atha tāñ ślakṣṇayā vācā
pratyāhūya mahā-budhaḥ
uvāca vidvāṁs tan-niṣṭhāṁ
kṛpayā prahasann iva

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Prahlāda Mahārāja, que verdaderamente era el erudito supremo, se dirigía entonces a sus compañeros de clase con un lenguaje muy dulce. Con una sonrisa y dando muestras de una gran bondad, les hablaba de la inutilidad del modo de vida materialista, instruyéndoles de la siguiente manera.

SIGNIFICADO

La sonrisa de Mahārāja Prahlāda es muy significativa. Los demás estudiantes eran muy avanzados en lo que se refiere al disfrute de la vida materialista por medio de la religión, el crecimiento económico y la complacencia de los sentidos, pero Mahārāja Prahlāda se reía de ellos, pues sabía que la verdadera felicidad no está en ese disfrute, sino en el progreso en el cultivo de Conciencia de Kṛṣṇa. Quienes siguen los pasos de Mahārāja Prahlāda tienen el deber de enseñar al mundo entero la manera de ser conscientes de Kṛṣṇa, para que de ese modo puedan obtener la verdadera felicidad. Los materialistas siguen procesos supuestamente religiosos en busca de alguna bendición que les permita mejorar su posición económica y disfrutar del mundo material mediante la complacencia de los sentidos. Pero los devotos como Mahārāja Prahlāda se ríen de la necedad de quienes viven absortos en una vida temporal sin conocimiento de que el alma transmigra de un cuerpo a otro. Los materialistas se empeñan en el esfuerzo por obtener beneficios temporales, mientras que las personas avanzadas en el conocimiento espiritual, como Mahārāja Prahlāda, no tienen interés en el modo de vida materialista, sino que desean elevarse a una vida eterna de conocimiento y bienaventuranza. Por eso, como Kṛṣṇa siempre siente compasión de las almas caídas, Sus sirvientes, los devotos del Señor Kṛṣṇa, también tratan de educar a toda la población en el conocimiento consciente de Kṛṣṇa. Los devotos comprenden el error del modo de vida materialista y, al considerar su insignificancia, no pueden evitar sonreírse. Sin embargo, por compasión, esos devotos predican el evangelio del Bhagavad-gītā por todo el mundo.

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