 | ¡Oh, señor!, sabemos que, con un simple movimiento de tus cejas, todos los dirigentes de los planetas tiemblan de miedo. Tú has conquistado los tres mundos sin ayuda de nadie. Por lo tanto, no vemos ningún motivo para que estés apesadumbrado y lleno de ansiedad. En cuanto a Prahlāda, no es más que un niño; no puede ser causa de ansiedad. Al fin y al cabo, sus cualidades, buenas o malas, no tienen el menor valor.
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