 | Abrasados por el fuego y enormemente perturbados debido a las rigurosas penitencias de Hiraṇyakaśipu, los semidioses abandonaron los planetas en que residían y fueron al planeta del Señor Brahmā; allí, informaron al creador: ¡Oh, señor de los semidioses!, ¡oh, amo del universo!, el fuego que emana de la cabeza de Hiraṇyakaśipu como resultado de sus rigurosas austeridades nos ha causado tantos trastornos que hemos venido a verte, pues no podíamos seguir en nuestros planetas.
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