|
Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 7, La Ciencia de Dios >> << 2 - Hiraṇyakaśipu, rey de los demonios >> <<VERSO 40 >>
pathi cyutaṁ tiṣṭhati diṣṭa-rakṣitaṁ gṛhe sthitaṁ tad-vihataṁ vinaśyati jīvaty anātho ’pi tad-īkṣito vane gṛhe ’bhigupto ’sya hato na jīvati
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | A veces alguien pierde su dinero en la calle más céntrica, donde todo el mundo podría verlo, pero como está protegido por el destino, nadie lo ve, y vuelve a encontrarlo. Por otro lado, si el Señor no nos protege, perderemos incluso el dinero celosamente escondido en nuestras casas. Si el Señor Supremo nos da Su protección, estaremos a salvo incluso en medio de una selva sin contar con nadie que nos proteja, mientras que una persona bien cuidada por sus familiares en el calor del hogar, a veces muere sin que nadie pueda hacer nada por ella.
|
SIGNIFICADO
 | Este verso nos presenta ejemplos de la supremacía del Señor. Nuestros planes para proteger o destruir no funcionan, pero todo lo que Él piensa hacer sucede sin falta. Se dan, con respecto a esto, algunos ejemplos prácticos. Son experiencias prácticas que todo el mundo ha tenido; pueden darse muchos más ejemplos claros. Mahārāja Prahlāda, por ejemplo, dijo que un niño depende de sus padres, pero que hay muchos sufrimientos que ellos, aunque estén presentes, no le pueden evitar. A veces, un paciente no sobrevive aunque tenga los mejores médicos y las mejores medicinas. Todo depende, por lo tanto, del libre albedrío de la Suprema Personalidad de Dios; así que nuestro único deber es entregarnos a Él y buscar Su protección.
|
|
| |