Śrīmad-Bhāgavatam
<< Canto 7, La Ciencia de Dios >>
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viśīrṇa-ratna-kavacaṁ
vibhraṣṭābharaṇa-srajam
śara-nirbhinna-hṛdayaṁ
śayānam asṛg-āvilam
prakīrṇa-keśaṁ dhvastākṣaṁ
rabhasā daṣṭa-dacchadam
rajaḥ-kuṇṭha-mukhāmbhojaṁ
chinnāyudha-bhujaṁ mṛdhe
uśīnarendraṁ vidhinā tathā kṛtaṁ
patiṁ mahiṣyaḥ prasamīkṣya duḥkhitāḥ
hatāḥ sma nātheti karair uro bhṛśaṁ
ghnantyo muhus tat-padayor upāpatan

PALABRA POR PALABRA



TRADUCCION

Con la enjoyada armadura de oro destrozada, los adornos y collares de flores por el suelo; los cabellos sueltos y despeinados, y los ojos sin brillo, el rey yacía muerto en el campo de batalla, con el cuerpo lleno de sangre y el corazón atravesado por las flechas del enemigo. En el momento de morir se había mordido los labios con el deseo de mostrar su valor, y los dientes mantenían aún ese mismo gesto. Su hermosa cara de loto estaba ahora negra, cubierta con la tierra del campo de batalla. Y con los brazos rotos y seccionados, todavía empuñaba su espada y demás armas. Cuando las esposas del rey de Uśīnara vieron a su esposo que yacía en aquella condición, comenzaron a llorar: «¡Oh, señor!, con tu muerte, nos han matado a nosotras también». Repitiendo esas palabras una y otra vez y golpeándose el pecho, cayeron a los pies del rey muerto.

SIGNIFICADO

Como se afirma en este verso: rabhasā daṣṭa-dacchadam: Mientras luchaba con gran ira, el difunto rey se había mordido los labios para mostrar su valor, pero aun así, la providencia (vidhinā) había dispuesto que le matasen. Esto demuestra que estamos bajo el control de autoridades superiores; nuestro poder, nuestro esfuerzo personal, no siempre es supremo. Por lo tanto, debemos aceptar la situación que se nos ofrezca por orden del Supremo.

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