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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 7, La Ciencia de Dios >> << 10 - Prahlāda, el más excelso de los devotos >> <<VERSO 4 >>
nānyathā te ’khila-guro ghaṭeta karuṇātmanaḥ yas ta āśiṣa āśāste na sa bhṛtyaḥ sa vai vaṇik
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Por lo demás, ¡oh, mi Señor!, ¡oh, instructor supremo del mundo entero!, Tú eres tan bondadoso con Tu devoto que no podrías inducirle a hacer nada que no fuese beneficioso para él. Por otra parte, el que desea beneficios materiales a cambio de su servicio devocional no puede ser Tu devoto puro. En verdad, no es mejor que un comerciante que quiere ganar algo a cambio de su servicio.
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SIGNIFICADO
 | A veces vemos personas que acuden a un devoto o a un templo del Señor en busca de beneficios materiales. En este verso, a esas personas se las califica de comerciantes. El Bhagavad-gītā habla de ārto jijñāsur arthārthī. La palabra ārta se refiere a una persona con padecimientos físicos, y arthārthī es el que necesita dinero. Esas personas se ven obligadas a acudir a la Suprema Personalidad de Dios para aliviar sus sufrimientos o conseguir algo de dinero mediante la bendición del Señor. En el Bhagavad-gītā se las califica de sukṛtī, personas piadosas, ya que, en su estado de sufrimiento o de necesidad económica, han acudido al Señor Supremo. Solo la persona que es piadosa puede acudir a la Suprema Personalidad de Dios para recibir algún beneficio material; sin embargo, aquel cuyo interés es obtener beneficios materiales no puede ser un devoto puro. Las opulencias materiales que el devoto puro pueda recibir no se deben a sus actividades piadosas, sino que son para el servicio del Señor. Quien se ocupa en servicio devocional es, de modo natural, piadoso. El devoto puro es anyābhilāṣitā-śūnyam. No desea ganancias materiales; además, el Señor tampoco le induce a obtener esa clase de beneficios materiales. Cuando un devoto necesita algo, la Suprema Personalidad de Dios se lo da (yoga-kṣemaṁ vahāmy aham).
|  | A veces los materialistas van a un templo a ofrecer flores y frutas al Señor, porque han aprendido en elBhagavad-gītā que el Señor acepta las flores y las frutas que el devoto Le ofrece. En el Bhagavad-gītā (9.26), el Señor explica:
|  | patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyaṁ
yo me bhaktyā prayacchati
tad ahaṁ bhakty-upahṛtam
aśnāmi prayatātmanaḥ
|  | «Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, fruta o agua, Yo lo aceptaré».
|  | De este modo, la persona de mentalidad mercantil piensa que es buen negocio ofrecer un poco de fruta y agua, si, por ese simple gesto, puede obtener algún beneficio material, como una cantidad substancial de dinero. A esas personas no se las considera devotos puros. Como sus deseos no están purificados, siguen siendo comerciantes, aunque vayan a los templos para que todo el mundo diga que son devotos. Sarvopādhi-vinirmuktaṁ tat-paratvena nirmalam: Solo el que está completamente libre de deseos materiales puede purificarse, y solo en ese estado purificado se puede ofrecer servicio al Señor. Hṛṣīkena hṛṣīkeśa-sevanaṁ bhaktir ucyate. Ese es el nivel de la devoción pura.
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