 | En el pasado, el rey Satyavrata, uno de los manus, se salvó atando el pequeño barco del mundo entero al cuerno del avatāra Matsya, la encarnación pez. Por la gracia del avatāra Matsya, manu se salvó del gran peligro de la inundación. Que esa misma encarnación del pez nos salve de este espantoso peligro causado por el hijo de Tvaṣṭā.
|