 | Al terminar este canto, debe pensar en su identidad cualitativa con la Suprema Personalidad de Dios, que goza de plenitud en seis opulencias y es digno de que se medite en Él. Entonces debe dirigirse al Señor Nārāyaṇa con la siguiente oración protectora, el Nārāyaṇa-kavaca.
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