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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 6, Los Deberes Prescritos para la Humanidad >> << 4 - Las oraciones Haṁsa-Guhya de Prajāpati Dakṣa >> <<VERSO 25 >>
deho ’savo ’kṣā manavo bhūta-mātrām ātmānam anyaṁ ca viduḥ paraṁ yat sarvaṁ pumān veda guṇāṁś ca taj-jño na veda sarva-jñam anantam īḍe
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | El cuerpo, los aires vitales, los sentidos externos e internos, los cinco elementos densos y los objetos sutiles de los sentidos [forma, sabor, olor, sonido y tacto] son solamente materia, de modo que no pueden conocer su propia naturaleza, la naturaleza de los demás sentidos, ni la naturaleza de sus controladores. Pero el ser vivo, debido a su naturaleza espiritual, puede conocer su propio cuerpo, los aires vitales, los sentidos, los elementos y los objetos de los sentidos, así como también las tres cualidades que constituyen la raíz de todo ello. El ser vivo tiene plena conciencia de ellos, pero, sin embargo, no puede ver al Ser Supremo, que es omnisciente e ilimitado, y a quien, por ello, ofrezco respetuosas reverencias.
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SIGNIFICADO
 | Los científicos materialistas pueden llevar a cabo un estudio analítico de los elementos físicos, del cuerpo, de los sentidos, de los objetos de los sentidos e incluso del aire que rige la fuerza vital, pero aun así, siguen sin ser capaces de entender que, por encima de todo ello, se encuentra la realidad del alma espiritual. En otras palabras, la entidad viviente es un alma espiritual, y debido a ello puede entender todos los objetos materiales, si alcanza la autorrealización, puede entender incluso a Paramātmā, el objeto de meditación de los yogīs. Sin embargo, la entidad viviente, por avanzada que sea, no puede entender al Ser Supremo, la Personalidad de Dios, pues Él es ananta, ilimitado, en las seis opulencias.
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