 | El juez supremo tiene que ser uno, y no muchos. Nosotros creíamos que tú eras ese juez supremo, y que tu jurisdicción alcanzaba incluso a los semidioses. Teníamos la impresión de que eras el señor de todas las entidades vivientes, la autoridad suprema que discierne entre las actividades piadosas e impías de todos los seres humanos.
|