 | ¡Oh, rey!, ¿tienes bajo control a tus esposas, a tus súbditos, a los secretarios, a los sirvientes y a los comerciantes que venden especias y aceites? ¿Dominas perfectamente también a tus ministros, a los que viven en tu palacio, a los gobernadores de las provincias, a tus hijos y a todos los que dependen de ti?
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