 | Indra, no tienes la menor vergüenza, ni tienes misericordia, gloria ni buena fortuna. Las reacciones de tus actividades fruitivas te han privado de esas buenas cualidades, de modo que hasta los antropófagos [rākṣasas] te condenan. Ahora voy a ensartar tu cuerpo en mi tridente, y después de que mueras en medio de grandes dolores, serás comido por los buitres, sin que el fuego llegue siquiera a tocarte.
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