 | A continuación, el rey Indra empuñó firmemente el rayo que Viśvakarmā había fabricado con los huesos de Dadhīci. Dotado con el excelso poder de Dadhīci Muni, e iluminado con el poder de la Suprema Personalidad de Dios, Indra se subió en su elefante, Airāvata, rodeado por todos los semidioses, mientras todos los grandes sabios le ofrecían alabanzas. Así, Indra, hermoso y resplandeciente, complacía a los tres mundos mientras marchaba a matar a Vṛtrāsura.
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