El śūdra estrechaba a la prostituta entre sus brazos, adornados con polvo de cúrcuma. Al ver a aquella mujer, en el corazón de Ajāmila despertaron los dormidos deseos de disfrute, y, bajo la influencia de la ilusión, quedó controlado por ellos.
SIGNIFICADO
Se explica que un cuerpo ungido de cúrcuma atrae los deseos lascivos del sexo opuesto. La palabra kāma-liptena indica que el śūdra se había ungido el cuerpo con cúrcuma para embellecerlo.