 | Esas frutas, al caer de esa gran altura, se rompen y sueltan un jugo dulce y aromático que, a medida que se empapa de otros aromas, va aumentando su fragancia. Ese jugo forma cataratas que caen de la montaña y se convierten en el río Aruṇodā, que discurre plácidamente por el lado oriental de Ilāvṛta.
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