 | Después de eso, cuando el Rey vio que los porteadores seguían sacudiendo su palanquín, se enojó mucho y dijo: ¡Bribón! ¿Qué estás haciendo? ¿Estás muerto a pesar de la vida que hay dentro de tu cuerpo? ¿No sabes que yo soy tu amo? Me estás ignorando y no estás cumpliendo mis órdenes. Por esta desobediencia, ahora te castigaré tal como Yamarāja, el superintendente de la muerte, castiga a las personas pecadoras. Te daré el tratamiento adecuado para que recuperes la cordura y hagas lo correcto.
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