 | Mahārāja Priyavrata, a pesar de haber recibido las enseñanzas del gran sabio Nārada, se ocupó en gobernar la Tierra. Después de disfrutar en plenitud de las posesiones materiales, dividió su propiedad entre sus hijos. Entonces alcanzó una posición que le permitió regresar al hogar, de vuelta a Dios.
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