 | Por todas partes, en los caminos, las carreteras y los pequeños parques de la ciudad, se había rociado agua con esencia de sándalo y de hierba aguru; por todas partes había adornos hechos con frutas enteras, flores, cereales humedecidos, minerales de distintas clases y lámparas, ofrecidos en calidad de artículos auspiciosos.
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