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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 12, La era de la deterioración >> << 3 - El Bhūmi-gītā >> <<VERSO 43 >>
kalau na rājan jagatāṁ paraṁ guruṁ tri-loka-nāthānata-pāda-paṅkajam prāyeṇa martyā bhagavantam acyutaṁ yakṣyanti pāṣaṇḍa-vibhinna-cetasaḥ
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | ¡Oh, rey! En la era de Kali, la inteligencia de las personas se verá desviada por el ateísmo, casi nunca ofrecerán sacrificios a la Suprema Personalidad de Dios, que es el maestro espiritual supremo del universo. Aunque las grandes personalidades que controlan los tres mundos se inclinan a los pies de loto del Señor Supremo, los seres humanos mezquinos y miserables de esta era no lo harán.
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SIGNIFICADO
 | El impulso de encontrar la Verdad Absoluta, la fuente de toda existencia, motiva a filósofos, teólogos y otros intelectuales de diversas tendencias desde tiempos inmemoriales y continúa haciéndolo hoy. Sin embargo, si analizamos con seriedad la pluralidad cada vez mayor de las llamadas filosofías, religiones, caminos, formas de vida, etc., descubrimos que en casi todos los casos el objetivo último es algo impersonal o informe. Esa idea de una Verdad Absoluta impersonal o informe tiene graves defectos lógicos. Según las reglas ordinarias de la lógica, un efecto particular debería incorporar directa o indirectamente los atributos o la naturaleza de su propia causa. Por lo tanto, aquello que no tiene personalidad ni actividad difícilmente podría ser la fuente de toda personalidad y toda actividad.
|  | Nuestra irreprimible tendencia a filosofar sobre la verdad esencial se expresa a menudo a través de intentos filosóficos, científicos y místicos de descubrir aquello de lo que todo emana. Este mundo material, que es una red aparentemente ilimitada de causas y efectos interactivos, no es ciertamente la Verdad Absoluta, ya que la observación científica de los elementos materiales indica que la materia de este mundo, la energía material, se transforma infinitamente en diferentes estados y formas. Por lo tanto, una instancia particular de la realidad material no puede ser la fuente fundamental de todas las demás cosas.
|  | Podemos especular que la materia, en una forma u otra, siempre ha existido. Sin embargo, esta teoría no resulta atractiva para los cosmólogos modernos, como los del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Incluso si postulamos que la materia siempre ha existido, todavía debemos explicar la fuente de la conciencia si es que queremos satisfacer nuestro impulso filosófico hacia el descubrimiento de la Verdad Absoluta. Aunque los fanáticos empíricos modernos afirman que nada es real excepto la materia, todo el mundo experimenta comúnmente que la conciencia no es el mismo tipo de substancia que una piedra, un lápiz o el agua. La conciencia en sí y en contraposición a los objetos de la conciencia, no es una entidad física sino más bien un proceso de percepción y comprensión. Si bien hay amplia evidencia de una relación interdependiente sistemática entre la materia y la conciencia, no hay evidencia empírica rígida de que la materia sea la causa de la conciencia. Por lo tanto, la teoría de que el mundo material siempre ha existido y que por lo tanto es la verdad definitiva no explica científicamente ni siquiera intuitivamente la fuente de la conciencia, que es el aspecto más fundamentalmente real de nuestra existencia.
|  | Además, como demostró el doctor Richard Thompson, de la Universidad Estatal de Nueva York en Binghamton y como confirmaron varios premios Nobel de Física que han elogiado su trabajo, las leyes de la naturaleza que rigen la transformación de la materia simplemente no contienen información suficientemente compleja como para explicar la inconcebible complejidad de los acontecimientos que tienen lugar en nuestro propio cuerpo y en el de otras formas de vida. En otras palabras, las leyes materiales de la naturaleza no sólo no dan cuenta de la existencia de la conciencia, sino que ni siquiera pueden explicar la interacción de los elementos materiales en niveles orgánicos complejos. Incluso Sócrates, el primer gran filósofo occidental, se sentía disgustado con el intento de establecer una causalidad definitiva en términos de principios mecanicistas.
|  | El calor y la luminosidad de los rayos del Sol demuestran a satisfacción de cualquier hombre racional que el Sol, la fuente de los rayos, no es ciertamente un globo obscuro y frío, sino más bien un depósito de calor y luz casi ilimitados. De manera similar, los innumerables ejemplos de personalidad y conciencia personal dentro de la creación son más que suficientes para demostrar la existencia, en algún lugar, de un depósito ilimitado de conciencia y comportamiento personal. En su diálogo Filebo, el filósofo griego Platón sostuvo que, así como los elementos materiales de nuestro cuerpo se derivan de un vasto depósito de elementos materiales que existen dentro del universo, nuestra inteligencia racional también se deriva de una gran inteligencia cósmica que existe dentro del universo, esta inteligencia suprema es Dios, el creador. Desafortunadamente, en Kali-yuga muchos pensadores destacados no pueden entender esto y en cambio, niegan que la Verdad Absoluta, la fuente de nuestra conciencia personal, tenga conciencia y personalidad. Esto es tan irrazonable como decir que el Sol es frío y oscuro.
|  | En Kali-yuga, muchas personas presentan argumentos baratos y estereotipados, como «Si Dios tuviera un cuerpo o una personalidad, sería limitado». En este intento inadecuado de lógica, se presenta falsamente un término calificado en un sentido universal. Lo que realmente debería decirse es: «Si Dios tuviera un cuerpo material o una personalidad material como las que hemos experimentado, sería limitado». Pero dejamos de lado el material adjetivo calificador y hacemos una afirmación pseudouniversal, como si entendiéramos la gama completa, dentro de la realidad total, de cuerpos y personalidades.
|  | El Bhagavad-gītā, el Śrīmad-Bhāgavatam y otras obras literarias védicas enseñan que la forma y la personalidad trascendentales de la Verdad Absoluta son ilimitadas. Es evidente que, para ser verdaderamente infinito, Dios debe ser infinito no sólo cuantitativamente, sino también cualitativamente. Por desgracia, en nuestra era industrial y mecanicista, tendemos a definir la infinitud sólo en su sentido cuantitativo, por eso no nos damos cuenta de que una infinitud de cualidades personales son un aspecto necesario de la infinitud. En otras palabras, Dios debe tener belleza infinita, riqueza infinita, inteligencia infinita, humor infinito, bondad infinita, ira infinita, etc. Lo infinito es un absoluto, si algo que observamos en este mundo no está contenido, de una forma u otra, en nuestra concepción del Absoluto, entonces esa concepción es de algo limitado y no del completamente Absoluto.
|  | Sólo en Kali-yuga hay filósofos lo suficientemente tontos como para definir orgullosamente el más absoluto de todos los términos —Dios— de manera materialista y relativa y después declararse pensadores iluminados. No importa cuán grande sea nuestro cerebro, debemos tener el sentido común de ponerlo a los pies de la Suprema Personalidad de Dios.
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