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Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 9 - Desapego de todo lo que es material >> <<VERSO 26 >>
jāyātmajārtha-paśu-bhṛtya-gṛhāpta-vargān puṣṇāti yat-priya-cikīrṣayā vitanvan svānte sa-kṛcchram avaruddha-dhanaḥ sa dehaḥ sṛṣṭvāsya bījam avasīdati vṛkṣa-dharmaḥ
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | El hombre apegado al cuerpo acumula dinero con gran esfuerzo para ampliar y proteger la posición de su esposa, hijos, propiedades, animales domésticos, sirvientes, hogares, parientes, amigos, etc. Todo esto lo hace para la gratificación de su propio cuerpo. Así como antes de morir un árbol produce la semilla de un árbol futuro, el cuerpo moribundo manifiesta la semilla de su próximo cuerpo material en forma del karma acumulado. De esta manera, asegurando la continuidad de la existencia material, el cuerpo material se hunde y muere.
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SIGNIFICADO
 | Se podría argumentar: «De entre todos los gurus mencionados hasta ahora, el cuerpo material es sin duda el mejor, ya que otorga el desapego y la inteligencia fina que permiten ocuparse en el servicio devocional del Señor. Así pues, debemos servir al cuerpo, aunque sea temporal, con gran apego o correr el riesgo de cometer la ofensa de la ingratitud. ¿Cómo se puede recomendar el desapego del cuerpo cuando el cuerpo está dotado de tantas cualidades maravillosas?». La respuesta se da en este verso. El cuerpo no otorga desapego y conocimiento a la manera de algún maestro benevolente; más bien, causa tanto dolor y miseria que cualquier persona con sentido común no puede evitar convencerse de la inutilidad de la vida material. Tal como un árbol produce las semillas del siguiente árbol y luego muere, los deseos lujuriosos del cuerpo inducen al alma condicionada a crear otra cadena de karma. Finalmente, habiendo allanado el camino para el sufrimiento ilimitado en la existencia material, el cuerpo cae muerto.
|  | Según Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, deha indica tanto el cuerpo burdo como el cuerpo mental sutil. Quienes no entienden claramente la diferencia entre el cuerpo y el alma piensan erróneamente que el cuerpo y el alma son idénticos y que uno puede encontrar la felicidad perfecta en la complacencia de los sentidos corporales. Pero aquellos que tontamente aceptan el cuerpo temporal como lo más importante no pueden compararse con las almas autorrealizadas que entienden inteligentemente la superioridad del alma eterna.
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