|
Śrīmad-Bhāgavatam << Canto 11, Historia general >> << 8 - La historia de Piṅgalā >> <<VERSO 25-26 >>
āgateṣv apayāteṣu sā saṅketopajīvinī apy anyo vittavān ko ’pi mām upaiṣyati bhūri-daḥ evaṁ durāśayā dhvasta- nidrā dvāry avalambatī nirgacchantī praviśatī niśīthaṁ samapadyata
PALABRA POR PALABRA
TRADUCCION
 | Mientras la prostituta Pingalā permanecía en la puerta, muchos hombres entraban y salían de su casa. Su único medio de subsistencia era la prostitución, por eso pensaba ansiosamente: «Quizás este que viene ahora sea muy rico... Oh, no se detiene, pero estoy segura de que vendrá alguien más. Seguramente este hombre que viene ahora querrá pagarme por mi amor y probablemente me dará mucho dinero». Así, con vana esperanza, permaneció apoyada en la puerta, incapaz de terminar sus asuntos e irse a dormir. Por la ansiedad, en ocasiones salía a la calle y a veces volvía a su casa. De esta manera, llegó gradualmente la hora de la medianoche.
|
SIGNIFICADO
 | Este verso no tiene significado por parte de Su Santidad Hṛdayānanda dās Gosvāmi, discípulo iniciado de Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Svāmī Prabhupāda.
|
|
| |